
INGREDIENTES
Para el caldo (es recomendable hacer una buena cantidad para hacer otras recetas o simplemente sopa)
6 litros de agua embotellada o filtrada, sin cal
2 ramas de apio
1 cebolla1 puerro
1 patata grande chascada (para espesar)
Media col
2 zanahorias grandes
1 cucharada de sal marina
1 carcasa de pollo o un cuarto de pollo, lo que se tenga a mano
Para el potaje (para dos personas o raciones) :
Unos 100 gramos de carne de pollo desmigada (obtenida de la carcasa anteriormente utilizada)
40 gramos de lentejas pardinas o sin piel por comensal
Una cucharada de arroz bomba por comensal (algo menos de 40 gramos en total)
50 gramos de pasta tipo galet o tiburón (para dos comensales)*
Medio pimiento rojo (para dos comensales)
1 rama de apio
* el galet o tiburón tiene la particularidad de poder "encerrar" en su interior granos de arroz, lentejas y verdura, por lo cual con una cucharada metemos de golpe todo lo que nos interesa.
Para hacer el caldo llenamos una cacerola grande con los seis litros de agua fría. Añadimos todos los ingredientes pelados o arreglados al efecto. Es conveniente cortar la patata chascándola. Los trozos se deshacerán haciendo que la fécula espese el caldo. Ponemos a fuego lento - que hierva levemente - bien tapado y en unas cuatro horas estará listo.
Transcurrido el tiempo de preparación del caldo, vamos a hacer el potaje. Utilizaremos un litro de caldo, aproximadamente. Lo vertemos en una cazuela a fuego medio y añadimos las lentejas. Cuando empiecen a ablandarse (a los 15 minutos sin son lentejas sin piel, media hora o más para las pardinas) , incorporamos la pasta y el arroz, así como una rama de apio cortada en secciones pequeñas y el pimiento rojo picado fino. Mientra cuece quitamos la carne a la carcasa de pollo que hemos utilizado en el caldo y la introducimos en el potaje. Rectificamos de sal. Cuando la pasta esté al dente está listo para comer. Si el niño muestra alguna reticencia a comer pasta al dente, basta con dejar reposar el potaje unos diez minutos para que todo adquiera una consistencia blanda más a su gusto. Es un plato que no suele fallar ni siquiera con niños inapetentes.

