Si tardamos en preparar una receta un cierto tiempo, ¿cómo lo hacen los restaurantes para servir los platos en nuestras mesas en breves minutos? Aunque supongo que ya lo sabéis, las cocinas profesionales trabajan con recetas que en parte pueden ser pre-elaboradas y así evitan largas esperas a los comensales (excepto en Francia, un país donde las familias tienen costumbre de ir a cenar fuera para pasar la velada y no les importa que entre el servicio de entrantes y los postres transcurran más de tres horas, algo que me sacaba de quicio cuando solía viajar por negocios al país galo por razones obvias).
Nosotros podemos hacer lo mismo en nuestros hogares preparando de antemano grandes cantidades de sofrito que luego emplearemos para múltiples recetas que se prepararán en menos de diez minutos. Uno de los más flexibles es el sofrito de jamón con el que podemos preparar lentejas, garbanzos, caracoles, carne estofada e incluso servir como relleno de bocadillos. La idea es preparar una gran cantidad de sofrito, dividirlo en porciones y descongelarlo a medida que lo vayamos necesitando.
INGREDIENTES :
4 cebollas grandes moradas tipo "Figueres"
2 dientes de ajo
600 gramos de tomate triturado
200 gramos de jamón serrano o similar cortado en tacos
Vino tinto
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
En una sartén honda con abundante aceite de oliva freímos la cebolla picada muy fina. Añadimos los dientes de ajo también picados eliminando el germen (la parte verde el centro) para evitar que repitan. Salpimentamos y dejamos hasta que se dora. Añadimos un par de vasos de vino tinto y mantenemos a fuego medio hasta que reduce a la mitad. Cuando esto ocurra incorporamos el tomate triturado y los taquitos de jamón. Mantenemos en el fuego a media potencia hasta que espesa, revolviendo bien todos los ingredientes. Comprobamos el punto de sal y retiramos. Ahora dividimos el sofrito en porciones que reutilizaremos para diferentes guisos. Con las cantidades reseñadas tendremos para 4 ó 5 recetas, por lo tanto prepararemos 5 recipientes y congelaremos. Preparar el sofrito no lleva más de media hora.
Algunos usos que demuestran lo rápido que podemos cocinar con este método :
Guiso de Lentejas :
400 gramos de lentejas pardinas
1 porción de sofrito
En un litro de agua hirviendo incorporaremos las lentejas y un poco de chorizo. Añadimos una hoja de laurel y sal, cociendo durante media hora. Al final de la cocción añadimos la porción de sofrito y dejamos al fuego bajo durante diez minutos más. Si en lugar de lentejas pardinas secas empleamos lentejas cocidas, basta con añadir inmediatamente a las mismas el sofrito, un poco de agua y dejar cocer entre 5 y 10 minutos.
Garbanzos:
400 gramos de garbanzo cocidos
1 porción de sofrito
En una sartén honda vertemos el sofrito y a continuación los garbanzos cocidos. Revolvemos, añadimos un poco de sal y en menos de cinco minutos a fuego medio ya estarán listos para ser consumidos.
Relleno para el bocadillo :
Descongeláis una porción y con ella untáis el pan, sin añadir ningún otro ingrediente (ni queso, ni embutidos ni nada). Seguro que el receptor del manjar os felicita porque está de muerte.
Caracoles :
Compráis caracoles cocidos y los mezcláis con el sofrito (y un poco de agua, si está muy espeso). Añadid algo de pimienta negra molida, diez minutos al fuego y listos para comer.
Y de la misma manera podéis preparar en minutos albóndigas, carne estofada, guisantes, pasta, alubias y un largo etcétera. Así que con apenas media hora que dediquéis a hacer el sofrito de jamón ahorraréis mucho tiempo a lo largo de la semana y los resultados serán idénticos a los obtenidos si hubieráis hecho cada receta una a una desde el principio.