Aunque la panna cotta italiana (una especie de gelatina de nata) casi siempre la asociamos con postres dulces también la podemos emplear para hacer entrantes sofisticados como éste que os describo a continuación. Es un tipo de entrante que se sirve "en vaso", esto es, podemos emplear o se debe emplear un vaso donde en el fondo incluiremos la panna cotta y en la parte superior la crema de espárragos aromatizada con wasabi (un condimento de origen japonés).
INGREDIENTES (4 personas ) :
4 lonchas de salmón ahumado
400 ml (dos vasos) de nata para cocinar
3 hojas de gelatina (o el equivalente en polvo)
Sal
Pimienta negra
para la crema de espárragos :
150 gramos de espárragos verdes
100 gramos de queso fresco tipo Burgos o Filadelfia
Media cucharadita de wasabi (o una cucharadita de mostaza fuerte tipo "francesa")
Cortamos el salmón ahumado en cuadrados no demasiado pequeños. Mientras ablandamos las hojas de gelatina en un poco de agua fría. Vertemos la nata en una cazuela a fuego bajo y añadimos el pescado y un pellizco de sal y pimienta. Cuando la nata está tibia añadimos la gelatina y la disolvemos (vigilad que en ningún momento la nata hierva). Retiramos y repartimos entre cuatro vasos, dejando que enfríe a temperatura ambiente. Luego llevamos al frigorífico y dejamos gelatinizar pero no excesivamente (máximo dos horas).
Cuando la panna cotta de salmón ha cuajado ya podemos preparar la crema de espárragos. Quitamos las partes más duras a los espárragos y los hervimos en muy poca agua con un poco de sal. Escurrimos y trituramos con el queso fresco y el wasabi. Vertemos la crema en cada uno de los vasos y ya está listo para servir.
Un entrante fácil y elegante.