El nombre de las berlinas no es casual. Procede del alemán Berliner Pfannkuchen que se traduciría como "Crepes (o panqueques) de Berlin o berlinesas". En efecto, es un dulce muy popular con origen en la capital alemana.
Consiste en un pequeño bollo relleno de mermerlada. Lo habitual es que la mermerlada sea de cerezas pero se puede rellenar con cualquier otra clase. Son bastante fáciles de hacer a pesar de que a primera vista, con el relleno, no lo parezcan. Además, para los que tengan alergia a los dulces hechos en horno, al igual que los donuts las berlinas se fríen en aceite.
INGREDIENTES :
500 gramos de harina de fuerza
200 gramos de mermelada de cerezas
150 ml de leche entera
100 gramos de mantequila sin sal
50 gramos de azúcar
40 gramos de levadura fresca
2 huevos
Media cucharadita de esencia de vainilla
Azucar glass (para espolvorear por encima)
1 pellizco de sal
Aceite para freír (preferiblemente de maìz, girasol o canola)
En primer lugar calentamos en el microondas la leche para que se ponga tibia. En la misma desleímos la levadura fresca y la dejamos en un lugar oscuro y caliente para que comience a levar.
Mientras vertemos la harina en un bol habiéndola pasado previamente por un cedazo o tamiz para que no haga grumos. Incorporamos la leche con la levadura, mezclamos bien y dejamos reposar media hora en un lugar templado con el bol cubierto por un paño.
Transcurrido el tiempo batimos los huevos con el azúcar, la mantequilla derretida, la esencia de vainilla y el pellizco de sal. Añadimos esta mezcla al bol que contiene la harina y amasamos bien hasta que la masa queda bien homogénea. Dejamos reposar otros 30 minutos.
Tras el tiempo de espera extraemos la masa y con un rodillo la aplanamos y luego la enrollamos hasta formar un cilindro grueso. Cortamos el cilindro en 12 partes iguales y con las manos le damos una forma esférica. De nuevo dejamos reposar 30 minutos estas bolitas - ya sabéis, lugar cálido, sin corriente de aire, con oscuridad - hasta que crecen.
Si tenéis freidora con termostato regulad a 180 grados. En caso contrario, calentad aceite en abundancia - al menos un dedo de profundidad - en un sartén a fuego medio. Cuando empiece a humear incorporamos las bolitas sin que se toquen. En 2 ó 3 minutos quedarán bien doradas en una fritura muy burbujeante.
Extraemos y dejamos enfriar sobre un papel absorbente para retirar el aceite sobrante.
Cuando la berlina está fría, con la ayuda de una jeringa de cocina o una manga pastelera de boquilla fina inyectamos en cada bollo una buena cantidad de mermerlada. Al freír la berlina habrá quedado hueca por dentro y podréis rellenarla con facilidad sin que pierda la forma.
Se espolvorea azúcar glass por encima y listas para comer. Una auténtica delicia.