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Mahonesa de leche


Realizar mahonesa en casa de la forma tradicional es muy desaconsejable. El huevo puede contener salmonela y la salsa quedaría por tanto contaminada con efectos funestos en nuestra salud. Ni que decir tiene que la mahonesa casera se debería consumir de inmediato y jamás guardarla en la nevera para un uso posterior. Este es uno de aquellos casos en que la industrialización alimentaria está más que justificada ya que sólo la mahonesa envasada garantiza el 100% de salubridad.
Si por alguna razón no teneis en casa mahonesa envasada y no os arriesgais con una de huevo es posible hacerla substituyendo el huevo por leche.

INGREDIENTES :

Medio vaso de aceite virgen extra de oliva (125 ml)
Un cuarto de leche entera UHT (60 ml)
Una pizca de sal
El zumo de medio limón

La proporción siempre es doble de aceite que de leche. La sal es a gusto y el zumo de limón también se aumentaría proporcionalmente.
Metemos los ingredientes en el vaso de la minipimer y batimos hasta obtener una salsa de consistencia y textura similar a la mahonesa. Es conveniente probarla para rectificar la sal y si queda demasiado espesa añadir aceite o limón. Es preciso hacer una puntualización respecto al aceite. Es conveniente elegir uno que no sea demasiado amargo aunque la amargor de un virgen extra es sinónimo de calidad. Por tanto si todos los vírgenes extra que encontrais os resultan demasiado amargos podeis mezclar al 50% con aceite de girasol.