Esta noche, más allá del importado Halloween, es tradicional en Andalucía tomar gachas dulces. Son muy fáciles de preparar aunque tienen cierto truco ya que si se hacen mal quedan grumosas y con sabor a engrudo. Si seguís los pasos que os daré a continuación seguro que os encantan y repetiréis la receta más de una vez.ç
INGREDIENTES (4 personas) :
1 vaso (200 ml) de harina blanca de trigo
3 vasos de leche entera
4 cucharadas colmadas de azúcar
1 cucharada de semillas de anís
1 palo de canela
Canela molida
Azúcar glass
Agua
Aceite virgen extra de oliva
Aunque el pan frito es opcional lo suelo poner por un gusto personal. Si preferís no hacerlo no hay problema.
En una sartén vertemos un chorro generoso de aceite de oliva. Cortamos rebanadas de pan de baguette, a ser posible finas (o de pan andaluz si tenéis la suerte de disponer) y las freímos por ambos lados evitando que se quemen. Cuando están doradas las dejamos sobre un papel absorbente de cocina para que escurran el aceite sobrante y reservamos.
En el mismo aceite vamos a freír las semillas de anís. Debéis estar atentos para evitar que se quemen. Con unos pocos segundos (10 a 15) será más que suficiente.
Inmediatamente incorporáis la harina pero atención, siempre a través de un cedazo fino. De esta manera no se formarán grumos. Le dais unas vueltas removiendo bien hasta que toma un color marrón. Esto significa que la harina ya está frita y evitará dar a las gachas sabor de engrudo.
Seguidamente añadimos la leche, el azúcar y el palo de canela a fuego medio. No dejamos de remover hasta que la salsa liga. Como quedará muy espesa, añadimos poco a poco agua : un mínimo de un vaso y un máximo de dos será lo correcto. La consistencia final debe ser el de la mahonesa, tal vez un poco más fuerte que ésta.
Las servimos en cuencos individuales, con el pan frito que corresponda por ración, espolvoreando por encima el azúcar glass y la canela, tomándose calientes o templadas.
Una receta tradicional, sencilla y barata que seguro que os encanta.