Esta receta, 100% vegetariana, da un toque distinto y exótico a las lentejas. Como sabéis, las lentejas son muy ricas en hierro y proteínas, si bien son pobres (como todas las legumbres) en el aminoácido esencial metionina por lo cual es aconsejable acompañarlas de cereales (arroz cocido, pan integral etc).
Para que nuestro cuerpo adquiera la máxima cantidad del hierro contenido en las lentejas es conveniente consumir productos ricos en vitamina C como por ejemplo beber zumo natural de naranja mientras las comemos. El bajo nivel de fibra de las lentejas, comparado con otras legumbres, hace aconsejable acompañarlas de verduras como las que figuran en esta receta.
INGREDIENTES (4 personas)
400 gramos de lentejas tipo pardina
1 pimiento verde grande para asar
2 cebollas frescas grandes
1 pimiento rojo grande para asar
1 calabacín grande
4 tomates grandes maduros rojos
1 cucharadita de curry
1 diente de ajo
Sal
Pimienta negra molida
Aceite virgen extra de oliva
En una cazuela a fuego medio con un chorro abundante de aceite de oliva freímos el diente de ajo hasta que se dora. Retiramos. A continuación añadimos la cebolla bien picada y la pochamos hasta que trasparente. Cuando lo haga, añadimos el tomate pelado, sin semillas y cortado a dados. Cuando el sofrito ha ligado, incorporamos las lentejas y las cubrimos de agua. Se vierte la cucharadita de curry, un poco de sal y removemos bien dejando que cuezan las legumbres hasta que quedan blandas (alrededor de 1 hora).
Antes de que terminen de cocerse las lentejas, vamos a asar las verduras. En una parrilla bien caliente depositamos el pimiento verde y rojo hecho en cortes longitudinales, al igual que el calabacín y la cebolla tierna. Salpimentamos.
Ahora es el momento de montar el plato. En el fondo del mismo colocamos las verduras asadas y sobre ellas las lentejas sin caldo.
Podéis variar las verduras a asar. En lugar de calabacín podéis usar berenjenas, tomates etc.
Un plato muy sano, vegetariano y apto para celíacos si tomáis la precaución de lavarlas a conciencia antes de cocinarlas, ya que a menudo contienen rastros de cereales procedentes tanto de la zona donde se ha recolectado como de su almacenaje.