Cada año aparecen dietas nuevas cuyos promotores aseguran que son la panacea para perder los kilos que nos sobran. Una de las últimas dietas milagro está basada en la piña.
Los que abogan por utilizar esta fruta indican que posee calorías negativas y que "quema" grasas sin tener que realizar ejercicio alguno ni restricción en la ingesta de comida. Como siempre sucede en estos casos se suelen emplear verdades científicas mezcladas con mentiras para confundir al futuro cliente. La verdad es que la piña posee bromelina y la mentira es que no es una sustancia mágica que ayude a adelgazar. En todo caso los promotores de la dieta-piña ya han sacado jugo al asunto vendiendo bromelina en frascos a precios que oscilan entre los 8 y los 18 euros.
En primer lugar la piña no posee calorías negativas. Ningún alimento las posee y como mucho las calorías son cero, algo que en realidad sólo ocurre con el agua. Nadie va a adelgazar por comer piña o apio. Lo que sí es cierto es que la piña, natural o enlatada con su propio jugo, va a aportar muy pocas calorías (alrededor de 50 calorías por cada 100 gramos). También es cierto que aporta mucha fibra (1.4 gr por cada 100 gramos de fruta) y aunque la fibra no ayuda en nada a adelgazar sí que ayuda y mucho en los procesos intestinales. Además tiene mucha vitamina C, D, calcio y otros micro nutrientes que la hacen un alimento muy recomendable y completo.
Como hemos dicho, la piña posee bromelina, la cual es una enzima. Veamos cuál es su función.
Las proteínas son moléculas formadas por aminoácidos. El ser humano necesita 20 aminoácidos esenciales para estar correctamente alimentado de manera que cuando ingerimos proteínas realmente lo que hacemos es intentar extraer estos 20 aminoácidos. No todos los alimentos poseen los 20 aminoácidos esenciales, así que nos vemos obligados a comer muchos tipos diferentes de cosas para conseguirlos, al igual que hacemos con las vitaminas y minerales.
La metabolización de las proteínas no es un asunto fácil. La carne es un alimento lleno de proteínas y todos estaremos de acuerdo que es más difícil digerir que un plato de pasta o de verdura. De hecho nuestro estómago contiene ácido clorhidrico cuya misión principal es descomponer las proteínas. Esto es, dentro de nuestro cuerpo tenemos un elemento que en contacto con nuestra piel nos provocaría serias quemaduras...y sólo para efectuar la digestión de las proteínas.
Además del ácido del estómago, el cuerpo humano genera otras substancias con el mismo propósito de facilitar la digestión, entre otras las enzimas. Las enzimas son catalizadores que aceleran y permiten los procesos químicos. En el cuerpo humano encontramos la enzima proteasa que se encarga de degradar la proteína para, como hemos visto, obtener los aminoácidos esenciales. Pues bien, la bromelina es otra enzima de origen vegetal que realiza la misma función. Y una ayuda extra no le viene nada mal a nuestro sistema digestivo.
Si hemos comido proteína de forma abundante la mejor manera de terminar el ágape sería comiendo piña. No aportará más calorías y ayudará a nuestro cuerpo a digerir mejor gracias a la acción de la bromelina. Esta acción de la bromelina se conoce desde hace años y se administraba a personas con problemas digestivos, pero es ahora, gracias a avispados hombres de negocios, que se ha hecho popular en estos pseudo tratamientos contra la obesidad.
En resumen, la piña no adelgaza ni ayuda a adelgazar, pero es una fruta muy completa de muy buen digerir, ideal para acabar comidas de lenta digestión. No os dejéis engañar por publicidades engañosas, no comáis piña sin parar ni compréis bromelina sin consultar a un médico o nutricionista.