INGREDIENTES :
1 ó 2 picadas (con pan, piñones, almendras y avellanas)
4 tomates maduros
1 botella de vino blanco
pan duro
agua
sal
pimienta negra en polvo
aceite de oliva virgen
1 diente de ajo
1 grano de pimienta negra
En un pote hondo – el vaso de la batidora nos puede servir - echaremos un vaso de vino blanco, los cuatro tomates maduros sin piel ni semillas, el diente de ajo, la sal, las picadas y el grano de pimienta negra. Batiremos hasta obtener una salsa uniforme.
Verteremos el contenido en una sartén con dos cucharadas de aceite virgen de oliva y freiremos el tomate.
En el mismo vaso donde hemos triturado el tomate pondremos dos rodajas de pan duro y dos vasos de agua. Cuando se hayan reblandecido los pasaremos por la batidora con sólo dos o tres toques, no debe quedar excesivamente fino.
Cuando el vino de la mezcla se haya evaporado añadiremos el pan con agua y mezclaremos. Añadiremos los mejillones con concha y lavados echando pimienta negra en polvo sobre el conjunto (han de quedar picantes, así que conviene ser generoso). Dejaremos en cocción unos diez minutos a menos que veamos que la salsa mengua. Si esto ocurre apartaremos del fuego y ya están listos para ser consumidos.