Sigo recomendando el consumo de pichones (palomas jóvenes) por su delicado sabor y su alto valor nutritivo. Esta receta castellana es simple, fácil de hacer y muy suculenta.
INGREDIENTES (4 personas)
La ración normal de pichones es de 2 piezas por comensal, por tanto aquí necesitaremos 8
1 vaso de vino blanco
Caldo de pollo o agua
3 dientes de ajo
2 guindillas picantes
Sal
Aceite virgen extra de oliva
En primer lugar lavamos bien y evisceramos los pichones. Si quedan restos de plumas, lo mejor es pasarlos por la llama.
En una cazuela grande con un chorro generoso de aceite de oliva freímos los pichones una vez salados hasta que estén dorados. En ese momento añadimos la cebolla y los dientes de ajo bien picados, el vaso de vino y las guindillas a trozos sin las semillas, además de la cucharada de vinagre.
Incorporamos también caldo de pollo o agua para cubrir lo justo las aves. Dejamos a fuego lento y sin cubrir hasta que los pichones se ablanden. Si el agua o el caldo bajan de nivel y los pichones aún están duros, añadiremos líquido para compensar la pérdida. Cinco minutos antes de parar el fuego rectificamos de sal.
Se sirven acompañados por la salsa resultante de la cocción.