Siempre digo lo mismo : donde se ponga el mejillón, que se quiten los otros moluscos. Es de largo el molusco que más me agrada y además es barato, algo que lo convierte en doblemente apetitoso. Hay infinitas maneras de preparar los mejillones, muchas de ellas ya vistas en este blog. Esta que describo a continuación se toma preferiblemente fría, así que va perfecta para los meses estivales.
INGREDIENTES :
2 Kg de mejillones
6 tomates maduros y grandes
Un vaso de vino blanco
Una rebanada de pan duro
Aceite virgen extra de oliva
Una cucharada de perejill picado
Sal
Pimienta negra
Un bicho (opcional)
En una sartén u olla de barro con aceite de oliva vertemos los tomates sin piel ni semillas cortados en cuadrados pequeños. Añadimos la rebanada de pan, la sal y el bicho (si los queremos picantes). Incorporamos el vaso de vino y dejamos en cocción hasta que reduce a la mitad.
En una olla separada puesta al fuego abrimos los mejillones, desechando aquellos que no lo hagan. No hay problema en comprar los mejillones ya cocidos. Una vez abiertos los vertemos sobre la cazuela con la salsa dejando al fuego unos cinco minutos. Se dejan enfriar y se sirven espolvoreando el perejil picado por encima.