Los pestiños son unos dulces típicos de Andalucía pero que se consumen en toda España, sobretodo a partir de la fiesta de Todos los Santos. Hay muchas recetas pero yo hago una bastante simple que sólo emplea matalauva como saborizante y en lugar de bañarlos en un jarabe con miel los espolvoreo con azúcar glass. Si hiciera una receta con muchos ingredientes seguro que no los haría casi nunca.
INGREDIENTES :
1 Kg de harina de fuerza
1 vaso (200 ml) de aceite de oliva virgen extra
2 vasos (400 ml) de vino blanco
30 gramos de matalauva (también llamado matalahuga, anís etc)
Aceite para freír
Azúcar glass
En primer lugar se procede a freír la matalauva. Para ello vertemos el vaso de aceite en una sartén e incorporamos la matalauva (cuando el aceite aún está frío). Damos calor y cuando el aceite empiece a humear - o cuando la matalauva ya esté frita - retiramos y dejamos reposar. Mucho cuidado con la matalauva que si se quema daría mal sabor. Filtramos el aceite para eliminar las semillas y dejamos que se ponga a temperatura ambiente.
En un bol grande vertemos la harina haciendo forma de volcán. En el centro incorporamos el aceite aromatizado con el anís y amasamos. Cuando la masa quede seca añadimos el vino blanco poco a poco. Cuando hayáis incorporado todo el vino quedará una masa suave y elástica.
Con un rodillo aplanamos la masa con medio centímetro de alto. Cortamos cuadrados y juntamos en el centro dos de las esquinas.
En una sartén calentamos a temperatura media - para que no se quemen - dos dedos de aceite donde freímos los pestiños hasta que queden dorados. Es importante que mientras se frien no se toquen entre sí, así que haced unos pocos de cada vez.
Retiramos y dejamos enfríar sobre un papel absorbente. Cuando están fríos espolvoreamos por encima el azúcar glass y a disfrutar.