Llega el otoño y con él las frutas típicas de la estación como el kaki y la granada. A muchos seguro que os apetece comer granada pero os fastidia extraer los granos de la fruta y sobretodo masticar el interior del grano que es duro como una pequeña astilla de madera. Renunciar a la granada por estos problemas es una pena porque es una fruta muy rica en vitamina C y antioxidantes. Pero hay una solución muy empleada en Oriente Medio que consiste en tomar su zumo y mezclarlo con zumo de naranja.
Para extraer el zumo de la granada se puede utilizar el mismo tipo de exprimidor que se emplea con las naranjas. No obstante en el caso de la granada es mejor el de palanca que obtiene el jugo por aplastamiento de los granos. Esto tiene una explicación. Cuando se limpia una granada se observa que los granos están separados por una lámina muy fina de color amarillento. Si empleamos una exprimidora eléctrica convencional con motor rotatorio estas láminas pueden soltar algo de jugo que es extremadamente amargo. En cambio con uno de palanca se minimiza el problema. En cualquier caso si se emplea un exprimidor rotatorio sólo debemos tener la precaución de añadir algo más de zumo de naranja para compensar el amargor.
INGREDIENTES (4 vasos) :
8/12 naranjas para zumo
1 granada
Cortamos la granada en dos mitadas y la exprimimos. Hacemos lo mismo con las naranjas. Mezclamos los jugos y los servimos. Es imprescindible beber el zumo de inmediato o las propiedades de la granada se perderán irremediablemente.
En Oriente Medio es muy común beber zumo de granada con naranja. Hay puestos callejeros por todas partes sirviendo este popular zumo.