Pastel dulce hecho con patatas


Utilizar la patata para hacer pasteles dulces no suele ser muy común por nuestros lares pero sí lo es en los Estados Unidos, Sudamérica y en algunos países europeos. Tiene, al igual que el pastel de zanahoria, una ventaja sobre los pasteles comunes : se necesita algo menos azúcar para endulzarlos ya que la patata es bastante dulce por si misma.

INGREDIENTES : 

300 gramos de patatas
100 gramos de harina integral
200 g de azúcar
6 huevos
100 gramos de almendras
1 limón
1 cucharada de canela en polvo

En primer lugar pelamos las patatas y las hervimos enteras en agua hasta que se ablanden. Las trituramos con un pasapuré (y si no tienes con un tenedor mismo).

Separamos las yemas de las claras de los huevos. Agregamos las yemas, el azúcar, la harina tamizada y la piel rallada del limón a las patatas trituradas. También incorporamos la cucharada de canela y las almendras trituradas. Mezclamos bien y reservamos.

Ahora vamos a montar las claras. Para ello añadimos un pellizco de sal y unas gotas de zumo de limón a las mismas y batimos hasta que montan (está bien montadas cuando dando la vuelta al bol las claras no caen). 

A continuación mezclamos con cuidado las claras montadas con las patatas en movimientos circulares y lentos de arriba hacia abajo. Puesto que el pastel no lleva levadura, serán las claras montadas las que le den "aire".

Vertemos el resultado en un molde untado de mantequilla que pueda ir al horno - o sin ella si es de silicona -. Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos el pastel durante 40 minutos. Para comprobar que esté hecho clavamos un palillo y si sale seco ya se ha horneado correctamente. Si no es así vamos comprobando cada cinco minutos hasta que esté completamente hecho.

El resultado es espectacular, los comensales no se creerán que está hecho con patatas.