Pimientos de Piquillo rellenos de carne


Una receta típica de La Rioja pero que se realiza en toda España. Se puede finalizar de dos formas : en el horno o bien en sartén, cualquiera de las dos da un resultado excelente.

INGREDIENTES (4 personas) :

12 pimientos del piquillo
400 gramos de carne picada (ternera, cerdo, pollo o mixta)
Salsa bechamel (alrededor de medio vaso)
2 huevos
1 cebolla morada grande (o fresca)
Medio vaso de salsa de tomate frita (100 ml)
Medio vaso de caldo de carne (100 ml)
Harina de trigo
1 cucharadita de pimentón dulce
Nuez moscada
Pimienta negra molida
Sal
Aceite virgen extra de oliva

En primer lugar vamos a hacer el relleno.  En una sartén con una cucharada de aceite de oliva freímos la cebolla bien picada. Cuando empieza a transparentar añadimos la carne picada, salpimentamos y dejamos hacer durante unos 10 minutos sin dejar de remover. 

Mientras se hace la carne vamos a preparar la bechamel. Es una cantidad bastante pequeña, así que tardaremos menos de 10 minutos. En una cazuela a fuego medio vertemos una cucharada generosa de aceite de oliva  e incorporamos una cucharada rasa de harina de trigo. La trabajamos con una cuchara de madera hasta que queda bien frita, tomando un color marrón. Añadimos entonces medio vaso de leche y media cucharadita de nuez moscada. Removemos hasta que empieza a espesar. Cuando esto ocurre vertemos la bechamel en la carne picada que hemos preparado, mezclándola bien. Ya fuera del fuego añadimos la cucharadita de pimentón dulce, removiendo bien. No lo añadáis con la carne aún en el fuego porque podría quemarse y daría como resultado un sabor amargo.

La masa resultante la podemos meter en una manga pastelera de boquilla ancha para rellenar los pimientos o bien usar una cucharita para tal menester. Lo que tengáis más a mano.

A partir de aquí hay dos maneras de hacerlos. La primera es rebozados.

Rellenamos los pimientos. Una vez rellenos, los pasamos por harina de trigo y luego por huevo batido. Los freímos en aceite de oliva hasta que quedan dorados. Retiramos y reservamos.

En una cazuela a fuego medio medio mezclamos el caldo de carne y el tomate frito. Cuando está caliente añadimos los pimientos con cuidado y dejamos hacer 3 ó 4 minutos.

Si los queremos hacer al horno, una vez rebozados los llevamos a una fuente apropiada, vertemos por los lados la mezcla de caldo de carne y tomate frito (nunca por encima de los pimientos), y horneamos a 180 grados durante al menos 10 minutos.

Se sirven bien caliente acompañados de arroz hervido o espárragos verdes. Dan trabajo pero no son difíciles. Eso sí, el resultado es espectacular.