Si eres amante de la cocina oriental amarás esta receta y si no lo eres, también. El pollo es lo que tiene, que si te gusta te es igual cómo te lo sirvan.
INGREDIENTES (4 personas) :
600 gramos de carne de pollo (preferiblemente carne de los muslos) cortada en trozos pequeños
Para el marinado :
3 cucharadas de maizena o de harina de maíz
2 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de vino blanco
1 cucharada de aceite vegetal (sésamo, canola, girasol, maíz etc)
1 cucharadita de jengibre molida
Para la salsa :
Una docena de seta shiitake (frescas o rehidratadas)
1 vaso de leche de coco (200 ml)
Medio vaso de vino blanco (100 ml)
2 dientes de ajo
2 cucharadas de salsa de soja
1 cucharadita de jengibre molida
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de maizena
1 cucharadita de curry suave
1 limón
Sal
Pimienta negra
Observaréis que la salsa usa prácticamente los mismos ingredientes que el marinado, así que en realidad hay menos productos de los que parecen.
En primer lugar vamos a marinar el pollo. Es un marinado corto de media hora, así que no tenéis que planer la comida con demasiada antelación.
En un bol vertemos todos los ingredientes que se indican para el marinado y los trozos de pollo, removiendo bien para que se empapen. Cuanto más pequeños hagáis los trozos de muslo, mejor. Dejamos reposar durante media hora. Si tenéis setas shiitake secas es el momento de rehidratarla metiéndolas en un bol con agua.
Transcurrido el tiempo de marinado vertemos el pollo en una sartén con una cucharada de aceite vegetal y salteamos hasta que queda ligeramente dorado. Retiramos y reservamos.
Ahora vamos a preparar la salsa.
En la misma sartén donde hemos frito el pollo a fuego medio agregamos las setas shiitake picadas finas y los dos dientes de ajo sin el germen verde igualmente picados muy finos. Dejamos hacer un par de minutos.
En el medio vaso de vino añadimos la salsa de soja, el jengibre molido, el azúcar, la maizena y el curry. Vertemos sobre el sofrito de shiitake y dejamos hacer hasta que se ha evaporado la mitad del líquido. Incorporamos entonces la leche de coco y llevamos a ebullición, removiendo de vez en cuando.
En ese momento añadimos el pollo, bajamos el fuego, añadimos el zumo del limón y dejamos hacer durante 5 minutos más o menos. Rectificamos de sal y pimienta un par de minutos antes de apagar el fuego.
Se sirve bien caliente acompañado de arroz hervido o de verduras al grill.