La simple evocación de esta receta me hace salivar de forma inmediata. Es desde luego, junto a la isla flotante , y la greixonera ibicenca mi postre favorito y como suele ocurrir fuente de frustraciones a la hora de prepararlo. El problema deriva del "hojaldre" que lo envuelve y que evidentemente no es hojaldre (ojalá lo fuera !). En realidad se trata de la famosa y temida pasta filo que ya hemos tratado varias veces en este blog. La pasta filo es algo complicada de preparar por lo cual recomiendo adquirirla ya hecha, generalmente congelada, para centrarnos en el relleno y el horneado. Aunque en muchos recetarios se emplean pseudo-filos o incluso hojaldres es absolutamente seguro que la receta original se realizaba con pasta filo ya que el apfelstrudel es una variante de los baklava orientales. Y los baklava se hacen invariablemente con pasta filo. Es probable que a través de los contactos casi siempre inamistosos entre el imperio turco y los austriacos la receta de los baklava se colara y los rellenos de de frutos secos se cambiaran por los de manzana. En cualquier caso si optais por comprar la pasta filo ya hecha el proceso es realmente muy simple. Se trataría de rellenar una hoja de filo con compota de manzana y hornearlo para luego bañar el strudel con salsa de vainilla y comerlo templado.
INGREDIENTES
Pasta filo
1/2 Kg de manzanas granny (ácidas ma non tropo)
1/2 vaso de azúcar
1/2 vaso de uvas pasas
1 limón
1/2 vaso de mantequilla derretida
1/2 vaso de leche entera
Canela en polvo
Pan seco
Ron (opcional)
Pelamos las manzanas y las cortamos en dados no muy grandes. En un bol mezclamos los dados de manzana con el azúcar, las uvas pasas, la piel rallada del limón y su jugo, media cucharadita de canela en polvo y un culín de ron si quereis. Apretamos la mezcla y dejamos reposar una media hora.
Mientras cogemos una cucharada de mantequilla y la fundimos en una sartén añadiendo una cucharada de azúcar y pan rallado (es recomendable rallarlo uno mismo, no utilizar harina de galleta, y que esté bien seco). Removemos hasta que el pan comienza a tostarse ligeramente.
Se supone que hemos descongelado la pasta filo en la parte superior del frigorífico durante toda la noche anterior (jamás fuera a temperatura ambiente) así que la extendemos en el mármol de la cocina sobre un paño limpio de su mismo tamaño o superior. La pintamos rápidamente con mantequilla fundida y espolvoreamos el pan semifrito dejando un par de dedos en los bordes. El pan sirve para absorber la humedad de las manzanas cuando las horneemos.
Repartimos toda la mezcla que hemos hecho de manzanas, uvas pasas etc sobre el pan y la lámina de pasta filo y sin perder tiempo cogemos los picos más cercanos a nosotros del paño y los levantamos para que se empiece a enrollar la pasta filo sobre sí misma. Cuando ya coge grosor podemos hacerlo con la mano directamente. Al final nos quedará un rodillo veteado de relleno. Cerramos los bordes sobre ellos mismos y pintamos el exterior del rodillo con mantequilla fundida.
Metemos en el horno a 190 grados durante una hora. Sacamos y vertemos el medio vaso de leche sobre el rollo. Volvemos a hornear a la misma temperatura durante unos 10 minutos.
Ya está listo.
Ahora vamos a cortarlo en porciones de tres o cuatro dedos de ancho y cubrirlo con salsa de vainilla. Para hacer la salsa de vainilla recomiendo simplemente hervir medio litro de leche semidesnatada con una rama de vainilla, una cucharada de azúcar y espesar con otra cucharada de maizena. Con la salsa cubrimos el apfelstrudel o hacemos "un charquito" al costado del pastelillo para que el comensal moje si le apetece. Otras veces simplemente se cubre con azúcar glas.
Desde mi punto de vista es unos de los mejores postres que se pueden probar.