Las torrijas surgen del aprovechamiento del pan duro sobrante de días anteriores. Son muy sencillas de hacer, típicamente españolas, y realmente sabrosas.
INGREDIENTES :
1 barra de pan duro (de dos o tres días por lo menos)
1 litro de leche
100 gramos de azúcar
Canela en rama
Canela en polvo
1 peladura de limón
Aceite virgen extra de oliva
Cortamos con un cuchillo muy afilado la barra de pan en rebanadas de un dedo de ancho aproximadamente. Mientras herviremos la leche con la rama de canela y la piel de limón. Se puede añadir el azúcar pero en ese caso no controlareis la dulzor y además se tendrá que remover constantemente para que no se pegue. Cuando la leche hierva apagamos el fuego y dejamos reposar retirando el limón y la rama de canela. En ese momento vamos añadiendo el azúcar cucharada a cucharada (100 gramos son unas 5 cucharadas) y probando hasta alcanzar el grado de dulzor que deseemos. Esto es importante porque cuanto más dulce sea la mezcla más pesadas y empalagosas resultan las torrijas. Cuando la leche esté tibia y ya tenga la cantidad de azúcar que deseamos cogemos las rebanadas de pan y las sumergimos en ella en un plato o fuente honda de manera que la rebanada “haga pie”. Esto es importante para que no se desmigue pero quede a la vez muy mojada. Una vez las rebanadas están suficientemente empapadas con la ayuda de una espátula las depositamos en una sartén con abundante aceite pero no demasiado caliente de manera que prácticamente no burbujee. Cuando consideramos que la cara inferior está frita le damos la vuelta con cuidado de no romper la rebanada. En cuestión de dos o tres minutos debería estar lista, obteniendo un color dorado que nunca muy oscuro. Absorbemos el aceite sobrante en un papel de cocina adecuado y espolvoreamos con azúcar y canela en polvo.
Dificulta : Baja