Hubo un tiempo en que era adicto a las Frutas de Aragón. Y eso que no me gusta demasiado el chocolate, ni en general las golosinas. Pero estas son diferentes. Basta con crujir con los dientes la fina capa de cobertura de chocolate para alcanzar una fruta que se funde al paladar. Además son muy fáciles de hacer aunque no hay nada mejor que acercarse a Zaragoza o a Calatayud para comer este manjar.
INGREDIENTES :
2 mandarinas
1 docena de guindas en almíbar
1 ciruela
1 manzana
Un vaso y medio de agua
200 gramos de azúcar
300 gramos de chocolate de cobertura
Lavamos y pelamos las frutas, excepto las guindas. Separamos los gajos de la mandarina y cortamos en trozos grandes la ciruela y la manzana.
En una cazuela vertemos el agua y calentamos a fuego medio. Añadimos el azúcar cucharada a cucharada, procurando que se vaya disolviendo bien mientras removemos. De vez en cuando levantamos la cuchara con la que removemos y cuando se forma un hilo largo que no se rompe entre la superficie del agua y la misma entonces ya tenemos el almíbar de hebra. En ese momento dejamos de añadir azúcar, incorporamos la fruta y la dejamos cocer durante unos tres minutos.
Mientras fundimos el chocolate de cobertura al baño maría y cuando se ha fundido del todo removemos con unas varillas. En ese chocolate mojamos por entero los trozos de fruta - suelo hacerlo pinchándolas en un palillo - y luego se dejan escurrir sobre una rejilla para eliminar el exceso de chocolate. Cuando se enfrían quedan duras por fueras y con las frutas almibaradas en el interior.