Esta excelente receta italiana nos muestra la transición de la cocina mediterránea hacia la centroeuropea, ejemplificada con el empleo de mantequilla pero todavía con la presencia de productos tradicionales de la cocina italiana. Esta transición se da a menudo en recetas francesas, italianas de la Lombardía y el Piamonte así como en las cocinas Balcánicas. En cualquier caso, una receta que no dejará de estremecer nuestros paladares.
INGREDIENTES (4 personas)
Ossobuco, jarrete, zancarrón, 1 ó 2 piezas por comensal (para al menos 100 gramos de ración)
250 gramos de tomates maduros pelados y sin semillas
100 gramos de mantequilla
Un vaso de vino blanco
Caldo de carne
1 limón
1 diente de ajo
2 cucharadas de perejil fresco picado
Harina blanca de trigo
Sal
Pimienta
En primer lugar lavamos bien los ossobucos. Los salpimentamos y pasamos por la harina blanca. En una sartén antiadherente fundimos la mantequlla y en ella freímos las piezas por ambos lados hasta que empiecen a dorarse.
En ese momento añadimos el vaso de vino y dejamos a fuego medio hasta que se evapora totalmente.
Cuando el vino ha desaparecido incorporamos los tomates bien picados y dejamos a fuego medio sin tapar durante al menos una hora. Si vemos que el líquido se seca, añadimos de vez en cuando un poco de caldo de carne.
Transcurrida la hora de cocción hacemos una picada con la piel rallada del limón (sin la parte blanca que amarga) , el diente de ajo muy picado y el perejil. Se añade a la sartén y se deja cocer durante otros quince minutos a fuego lento.
Una receta muy gustosa que da un toque especial al ossobucco. De verdad os la recomiendo.