Hoy vamos a hacer la salsa ranchera, muy popular en los Estados Unidos, lugar donde se la conoce como Ranch Dressing. Se emplea sobretodo para bañar ensaladas pero también como dip para las alitas de pollo e incluso para las carnes hechas a la barbacoa. El hecho de que sea ligeramente ácida ayuda a su uso con múltiples recetas, siempre queda bien.
Hay muchas recetas de la salsa ranchera, algunas de las cuales emplean yogur en su composición. En realidad el yogur en esta receta es un sustituto de dos ingredientes habituales en las recetas norteamericanas : la buttermilk y la sour cream. El primero es el suero de la mantequilla, con un ligero sabor agrio y la sour cream se traduciría como leche agria. Así que si veis yogur en la receta seguramente se trate de una receta alternativa europea ya que el yogur no es demasiado popular en los Estados Unidos.
Para los curiosos cabe decir que el yogur existe en los Estados Unidos desde 1947 cuando Daniel Carasso fundó una empresa destinada a la fabricación y comercialización del mismo en el Bronx. Daniel Carasso era hijo de Isaac Carasso, un judío sefardí de Tesalónica que en 1919 fundó a su vez una fábrica de yogur en Barcelona. El yogur que fabricaba se llamó comercialmente "Danone", que significa "El pequeño Daniel", en honor al mismo hijo que luego haría las Américas. En Estados Unidos los "danones" que todos conocemos se rebautizaron con "dannon".
Si se utiliza yogur en lugar de buttermilk y sour cream el sabor no es igual. Os voy a explicar cómo hacer un buen sustituto de la leche agria de forma muy sencilla.
INGREDIENTES :
200 ml de mahonesa
100 ml de nata para cocinar
1 cucharada de zumo de limón
1 diente de ajo
Perejil fresco (1 manojo)
Cebollino fresco (2 ó 3)
Una cucharada de eneldo picado
Una cucharada de cebolla picada
Un pellizco de sal
Pimienta negra molida
En primer lugar vamos a hacer la alternativa de la sour cream. Para ello mezclamos la nata para cocinar con la cucharada de zumo de limón. Removemos bien y dejamos reposar.
En un bol mezclamos la mahonesa con el diente de ajo bien picado (quitando el germen verde para que no repita), el perejil fresco bien picado (sólo las hojas), el cebollino fresco picado, la cucharada de cebolla picada, el pellizco de sal y la pimienta negra molida (un par de vueltas).
Removéis bien y añadís a continuación la nata, espolvoreando el eneldo por encima. Debe quedar una salsa espesa pero todavía líquida. Si queda demasiado espesa podéis añadir más nata con zumo de limón o bien un poco de agua.