La Tartiflette es una receta muy popular en el este de Francia, considerándose el plato más representativo de la Saboya (región fronteriza con Suiza y el norte de Italia). A pesar de su popularidad, en realidad la receta se la inventaron los productores de queso Reblochón en la década de los ochenta del siglo pasado precisamente para popularizar este tipo de queso. Hay algunas recetas similares más antiguas como la Péla saboyana pero en general se puede decir que es una receta moderna.
El queso reblochón se realiza con leche de vaca sin pasteurizar, como el camembert, pero posee un sabor más fuerte. Siempre se sirve en piezas que oscilan entre los 450 y los 500 gramos, siendo la corteza parte integrante del mismo y por tanto comestible. Si aparece en una receta y no está disponible se puede sustituir en primer lugar por Brie y luego por queso Cantal.
Tartiflette y Reblochon están tan íntimamente ligados entre sí que los franceses no entendería que se realizara esta receta con cualquier otro tipo de queso.
INGREDIENTES (4 personas)
- 1 Reblochón entero (son piezas de 500 gramos aprox)
- 1 kg de patatas
- 200 gramos de tocino ahumado cortado en trocitos
- 2 cebollas moradas (dulces) grandes
- 10 ml de vino blanco (medio vaso)
- Pimienta negra molida
- Opcional: nuez moscada rallada
En primer lugar pelamos las patatas y las cortamos en dados de tamaño parecido. Reservamos.
Cortamos las cebollas en aros.
Precalentamos el horno a 200 grados.
En una sartén sin aceite incorporamos los trocitos de tocitos. Cuando empiecen a desprender grasa incorporamos los aros de cebolla hasta que transparentes y empiecen a dorarse. En ese momento añadimos los cubos de patata y a fuego medio, cubriendo la sartén, los dejamos hacer durante unos 20 minutos. Removemos de vez en cuando.
Transcurridos los 20 minutos vertemos el vino blanco y desglasamos el fondo. Espolvoreamos la pimienta negra molida y en principio no es necesario añadir sal ya que el tocino suele llevar bastante. Si nos gusta podemos añadir un poco de nuez moscada. Removemos bien, cerramos el fuego y reservamos.
Ahora vamos a preparar el horneado. Lo ideal es disponer un recipiente redondo que pueda ir al horno pero también puede hacerse con una fuente rectangular.
Vertemos las patatas en la fuente. Cortamos el queso reblochón en dos mitades longitudinales, es decir, una especie de tapa y de base.
Una de las mitades la hacemos en trozos pequeños y los mezclamos con las patatas. La otra mitad la cortamos en cuatro segmentos triangulares y con la corteza vuelta hacia arriba los colocamos sobre las patatas.
Se hornea durante 20 minutos y listo para comer. Más sencillo imposible.