El cuerpo humano contiene infinidad de microorganismos que nos parasitan y sin los cuales nuestra vida sería imposible. Si por alguna razón perdiéramos la totalidad de nuestra flora intestinal moriríamos sin remedio ya que el aprovechamiento nutricional de los alimentos se basa en gran medida en ella. Se calcula que el peso medio de todos estos microorganismos en un adulto humano es de 2 Kg.
Los avances científicos, el descubrimiento de los antibióticos y las mejoras en la higiene han aislado al ser humano de los parásitos lo cual, enunciado de manera simple, parece un gran avance. No obstante la comunidad científica empieza a cuestionarse la bondad de la situación actual planteándose la pregunta de por qué enfermedades habituales y en gran expansión como las alergias en Occidente están ausentes en el Tercer Mundo. Este reportaje de la televisión australiana muestra diversas terapias en las cuales inoculando parásitos en nuestro cuerpo mejoran sustancialmente diversas patologías, algo que ocurre de manera natural en los países menos avanzados. No es la panacea, y aún está lejos de ser admitida como una terapia, pero genera dudas razonables. Merece la pena visionarlo.