Espinacas con queso feta

Esta es una receta original de "Media Hora para Cocinar" que mezcla dos gastronomías aparentemente sin contacto como son la griega y la india. El resultado de la fusión es un plato que gusta sobretodo a los niños.

INGREDIENTES (4 personas) :

1 Kg de espinacas enteras
350 gramos de queso feta*
1 vaso (200 ml) de puré de tomate (tomate triturado)
2 cebollas
1 diente de ajo
Sal
Azúcar
Pimienta
Garam masala (opcional)
Aceite virgen extra de oliva

* Podéis emplear otro tipo de queso fresco menos salado como ricotta o mató.

En primer lugar vamos a cocer las espinacas empleando un truco para que no pierdan el color verde intenso que las caracteriza.

Para ello vamos a hervir medio litro de agua con media cucharada de azúcar y media de sal. Cuando el agua hierve introducimos el kilo de hojas de espinacas y dejamos que reduzca a la mitad. En 2 ó 3 minutos estarán hechas.

Las sacamos, escurrimos e inmediatamente llevamos a otro bol con agua helada (podéis poner incluso cubitos). De esta manera las hojas de espinacas conservarán un intenso color verde.

A continuación con la ayuda de una batidora eléctrica las convertimos en un puré. Os quedaréis asomabrados del intenso color verde que conserva.

En una sartén honda incorporamos un chorro de aceite virgen extra de oliva. A continuación añadimos las cebollas ralladas y el diente de ajo bien picado. Cuando la cebolla transparenta añadimos el tomate triturado y tapando la sartén dejamos hacer a fuego lento durante 20 minutos. El tomate estará hecho cuando el aceite suba a la superficie.

En ese momento destapamos la cazuela y añadimos el puré de espinacas, mezclando bien. Añadimos un poco de sal (cuidado, porque el queso feta ya es bastante salado) y si queremos darle un toque indio un pellizco de garam masala (una especia muy popular en el país). Dejamos hacer durante unos 5 minutos y añadimos entonces el queso feta cortado en cubos grandes. Mantenemos al fuego bajo durante 2 minutos, rectificamos de sal y pimienta, y listo para servir. El queso apenas se debe fundir, así que es mejor tenerlo en el frigorífico hasta el momento justo de emplearlo. El agua con que hervimos las espinacas o las enfriamos no se utilizan ni para hacer más líquida la receta (si acaso, agua nueva y en muy poca cantidad).

Está de vicio.