Otro postre para estas Navidades que dejarán a vuestros invitados impactados.
Un bizcocho griego que resume muchas cosas de la gastronomía de aquel país, a caballo entre Oriente y Occidente. En primer lugar el empleo de yogur griego, un invento búlgaro con nombre turco (del verbo yogurmak, "amasar") para la confección del bizcocho que luego se remoja - como ocurre con los baklava - en un almíbar realizado con uvas corintias (sin hueso) típicas de la zona de Corinto (Grecia) y donde además se emplea ouzo, un lícor realizado con uva que tiene sus similares en Turquía (raki), en Líbano (arak) y en Italia (sambuca). Vamos, que este pastel contiene muchas cosas importantes de la cocina griega.
Un bizcocho griego que resume muchas cosas de la gastronomía de aquel país, a caballo entre Oriente y Occidente. En primer lugar el empleo de yogur griego, un invento búlgaro con nombre turco (del verbo yogurmak, "amasar") para la confección del bizcocho que luego se remoja - como ocurre con los baklava - en un almíbar realizado con uvas corintias (sin hueso) típicas de la zona de Corinto (Grecia) y donde además se emplea ouzo, un lícor realizado con uva que tiene sus similares en Turquía (raki), en Líbano (arak) y en Italia (sambuca). Vamos, que este pastel contiene muchas cosas importantes de la cocina griega.
INGREDIENTES :
Para el almíbar :
2 docenas de uvas pasas corintias (sin hueso)
Medio vaso largo de ouzo (si no tenéis sirve anis u orujo)
2 cucharadas de zumo de limón
4 cucharadas de agua
250 gramos de azúcar
Para el bizcocho :
300 gramos de harina blanca de trigo
4 huevos
2 vasos (400 ml) de yogur griego sin azúcar
100 gramos de miel
100 gramos de azúcar
La ralladura de la piel de dos limones
100 gramos de mantequilla
1 cucharada de levadura química
En primer lugar preparamos el almíbar. Lo mejor es dejar las pasas en remojo durante toda la noche en la mezcla de agua y ouzo (o anís). En el momento de ir a hacer el bizcocho vertemos las pasas y el líquido en una cazuela a fuego fuerte. Añadimos el zumo de limón - que se emplea para que el azúcar no cristalice - y el azúcar. Llevamos a ebullición sin dejar de remover y cuando esto ocurre bajamos el fuego al mínimo cocinando durante 15 minutos sin dejar de remover. Retiramos del fuego y reservamos.
En el microondas fundimos la miel hasta que esté líquida y también la mantequilla. Batimos los huevos con el yogur y añadimos la miel y la mantequilla mezclando bien. A continuación añadimos la harina bien tamizada, la ralladura de limón, el azúcar y la levadura química. Batimos bien hasta obtener una masa homogénea y entonces vertemos en un molde de pastel de unos 22 cm de diámetro bien engrasado con mantequilla (o uno de silicona, lo que tengáis a mano).
Precalentamos el horno a 180 grados y horneamos el pastel durante media hora o hasta que al clavar un palillo en el centro éste salga completamente seco.
Nada mas salir del horno lo desmoldamos y vertemos por encima el almíbar con las pasas. De esta manera el bizcocho quedará bien empapado.
Se sirve a cualquier temperatura, ya sea desde el frigorífico, templado o a temperatura ambiente.
Os lo recomiendo, es una receta impresionante.