Un entrante muy fácil de hacer y además muy adaptable, ya que podéis emplear cualquier molde individual que tengáis o incluso si no disponéis de los mismos, simplemente hacer envoltorios. La ración por comensal es una rodaja de salmón y unos 50 gramos de champiñones, así que podéis hacer vuestros cálculos de compra de manera muy simple. Además es una receta que tiene un buen impacto visual.
INGREDIENTES (para un comensal y suponiendo que no tenéis molde individual tipo ramekin, flanera etc)
Media hoja de hojaldre (el necesario para hacer un envoltorio simple sobre el salmón)
Una rodaja de salmón, un filete etc
50 gramos de champiñones laminados
Bechamel
Mantequilla
Perejil
La yema de un huevo
Sal
Pimienta
En una sartén antiadherente con una nuez de mantequilla pasamos los champiñones hasta que están dorados. Salpimentamos y agregamos perejil picado. Retiramos y reservamos.
A continuación, con otra nuez de mantequilla, pasamos el salmón salpimentado. Si el trozo del que disponemos no tiene espinas - aseguraos de ello - , lo pasamos entero. Si es una rodaja o una parte con espinas, lo desmigamos. Retiramos y reservamos.
Hacemos una bechamel o la compramos hecha. Extendemos la media hoja de hojaldre y colocamos en ella una base de champiñones, encima el salmón y finalmente la bechamel (un par de cucharadas). Cerramos el envoltorio con la forma que más gracia tenga - o la que nos salga- sin que se vea el interior. Lo pintamos con la yema de huevo.
Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos el hojaldre hasta que queda dorado. Se sirve caliente con una ensalada o verduras al vapor.