INGREDIENTES (4 personas)
4 yogures naturales con o sin azúcar (alrededor de medio kilo de yogur, es decir, 4 tarritos de 120 gramos cada uno)
Medio vaso de nata para cocinar
2 claras de huevo
80 gramos de azúcar y otro edulcorante (si habéis optado por yogur sin azúcar)
una pizca de sal
unas gotas de zumo de limón
En primer lugar vamos a suavizar los yogures. Para ello en primer lugar hacemos un par de incisiones en la cubierta de papel metalizado del mismo y los giramos para que el suero caiga dentro de un vaso. Cuando dejan de escurrir, extraemos el yogur de cada tarro y los llevamos a un bol. Batimos con la varillas hasta que quedan como una salsa. Añadimos entonces la nata y batimos de nuevo hasta que la salsa queda homogénea. Si se trata de yogur sin azúcar es el momento de añadirla, batiendo fuertemente para que quede bien disuelta.
A continuación, en un bol separado, levantamos las claras agregando una pizca de sal y unas gotitas de limón. Podemos emplear una batidora eléctrica adecuada para que no se haga tan pesado levantarlas. Cuando están bien esponjosas, las añadimos con una espátula al bol del yogur con un movimiento circular de arriba hacia abajo, procurando que no se pierda el aire. Por ello es recomendable hacerlo muy despacio.
Cuando está bien mezclado, repartimos la mousse entre varias copas de helado, cubrimos con un plástico protector y lo dejamos reposar un mínimo de dos horas en el frigorífico.
En algunos restaurantes os sirven la mousse como si fuera un flan. Esto se consigue añadiendo gelatina y algunos puristas prefieren no llamarla "mousse".