La patata como acompañamiento da juego a muchas recetas : desde cocer, asar o freír este tubérculo hasta hacerlas a lo pobre, panaderas, con pimientos, a la duquesa...Cualquier vianda que sirváis en los platos se queda sosa si no se añade algo que le acompañe y a ser posible le complemente : unas verduras al vapor para la carne o un acompañamiento graso para alimentos como el pescado. Estas patatas de mozzarella son un complemento ideal para cualquier receta y aunque parezcan algo complicadas de hacer el resultado merece la pena.
INGREDIENTES :
4 ó 5 patatas medianas
200 gramos de queso mozzarella cortado en cubos
2 huevos
Una cucharada de perejil picado
Harina de trigo blanca
Pan rallado
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
Hervimos las patatas con la piel hasta que clavando un tenedor se llega al centro con facilidad. Las dejamos enfriar y pelamos a continuación. Pasamos por el pasapurés y a la mezcla le añadimos la cucharada de perejil picado además de sal y pimienta al gusto. Amasamos bien con las manos para hacer una masa compacta.
Cogemos un puñado de masa y en el centro clavamos un cubo de mozzarella, recubriéndolo con la masa de patata. Rodamos la bola resultante por harina de trigo, luego por huevo batido y finalmente por el pan rallado. En lugar de freírlas inmediatamente, lo mejor es dejarlas en la parte más fría del frigorífico durante una hora.
Transcurrido el tiempo las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva hasta que quedan doradas (con un minuto y medio será más que suficiente), escurriéndolas sobre papel absorbente.
Al morder las bolas de patata la mozzarella caliente le otorgará un "corazón" realmente jugoso y apetecible. Seguro que a muchos os ha parecido una "croqueta", con la salvedad de que en lugar de bechamel utilizamos la fécula de la patata. Gastronómicamente hablando este tipo de preparación se denomina "cromesquis".