Esta es una versión del llamado arroz cubano pero sin el plátano macho frito. Me he resistido a llamarlo "arroz a la cubana" porque parece ser que tal apelativo no se ha utilizado jamás en la isla y además el arroz cubano es, al menos en Cuba, algo totalmente diferente. Siempre creí que el plátano frito era prueba indudable de su origen caribeño pero ya han sido varios los cubanos que han señalado mi error. De esta manera ahora ignoro totalmente de dónde procede el nombre. En cualquier caso es la típica receta que gusta a los niños sobremanera.
200 gramos de arroz (una vaso de sobremesa de colmado, aproximadamente)
6/8 tomates
huevos
sal
ajo
aceite oliva virgen
En una cazuela con abundante agua hervir con sal el arroz hasta que se reblandezca. Pelar los tomates, quitar las semillas y freir en aceite donde previamente habremos dorado ligeramente un ajo.
En otra sartén pondremos abundante aceite que calentaremos a medio fuego. Cuando esté bien caliente romperemos un huevo y con cuidado de no romper la yema lo freiremos.
El plato de monta de la siguiente manera : cogemos el arroz una vez escurrido y formamos una corona alrededor del plato. Luego pintamos encima de la corona con la salsa de tomate. En el centro que estará evidentemente vacío depositamos con cuidado el huevo frito que cada comensal salpimentará a su gusto.
INGREDIENTES :
200 gramos de arroz (una vaso de sobremesa de colmado, aproximadamente)
6/8 tomates
huevos
sal
ajo
aceite oliva virgen
En una cazuela con abundante agua hervir con sal el arroz hasta que se reblandezca. Pelar los tomates, quitar las semillas y freir en aceite donde previamente habremos dorado ligeramente un ajo.
En otra sartén pondremos abundante aceite que calentaremos a medio fuego. Cuando esté bien caliente romperemos un huevo y con cuidado de no romper la yema lo freiremos.
El plato de monta de la siguiente manera : cogemos el arroz una vez escurrido y formamos una corona alrededor del plato. Luego pintamos encima de la corona con la salsa de tomate. En el centro que estará evidentemente vacío depositamos con cuidado el huevo frito que cada comensal salpimentará a su gusto.