Se puede viajar de muchas maneras y una de ellas es el viaje gastronómico. La comida es cultura y una forma muy apropiada de conocer los pueblos que visitamos, además de dar placer al paladar. Los viajes gastronómicos los podemos plantear a muchos niveles, desde la gran ruta por el lejano Oriente hasta simplemente recorrer los restaurantes de comida vasca que hay en nuestra ciudad. Digo esto como reflexión antes las fiestas que se avecinan, con un largo puente a principios de Diciembre y las consabidas fiestas navideñas. Y también porque navegando por Internet he encontrado muchas agencias de viaje que ofrecen vacaciones gastronómicas en cualquier parte del Mundo, incluido nuestro país, y alguna web como http://www.comerporlapatilla.com/ que propone un viaje gastronómico sin perjudicar nuestros bolsillos de una forma realmente divertida. Así que de Norte a Sur, de Este a Oeste, de un millón de presupuesto a cero euros, no hay excusa para no viajar por el placer de comer. La comida nos dice mucho de un Pueblo ; de dónde vienen y hacia dónde van. Y compartiendo mesa y mantel, o al menos restaurante, sabremos mucho más de ellos que visitando todos sus monumentos.