Alfajores andaluces


El alfajor es uno de los dulces más antiguos de la repostería española, mencionado ya por los árabes - que probablemente lo crearon - alrededor del siglo XII como "al-hasú", es decir, "el relleno". En árabe actual "relleno" se dice "hashua". De este nombre el castellano medieval creó el término "alajú" (integrando como en tantas otras palabras españolas derivadas del árabe el artículo con el sustantivo) que todavía sigue aceptándose y utilizándose como sinónimo de alfajor.

Los españoles llevaron este dulce a las américas como alimento altamente nutritivo - y calórico - durante las largas travesías marítimas y de allí se expandieron por todo el continente donde, con el mismo nombre pero diferente composición, también son muy populares.

La presencia de especias en la receta indica su influencia oriental y el pan rallado es reminiscencia de la probable composición primera, seguramente un pan ácimo empapado de miel o bien una lámina de pan que envolvía una masa endulzada (algo que por otra parte se sigue haciendo con algunos tipos de alfajores).

En la actualidad la villa de Medina Sidonia, en Cádiz,  posee un IGP sobre este dulce tan vinculado a la Navidad aunque su consumo no se circunscribe solo a esta época del año, al menos en Andalucía.

INGREDIENTES :

Para el almíbar:

  • 3 cucharadas de azúcar (alrededor de 60 gramos)
  • Medio vaso de Agua (50 ml)

Para la masa

  • 200 gramos de miel
  • 50 gramos de harina de avellanas
  • 50 gramos de harina de almendras*
  • 100 gramos de pan rallado
  • 1 cucharadita de harina de trigo blanco
  • 1 cucharadita de canela molida
  • Media cucharadita de clavo molida
  • 2 cucharaditas de semillas de ajonjoli
  • Azúcar glass

* Si solo tenéis harina de almendras, más común que la de avellanas, se puede hacer solo con este tipo de harina. Hay gente que prefiere dejar trozos grandes de los frutos secos, así que lo mejor es comprar las almendras y avellanas tal cual y triturarlas en casa a la medida que os apetezca.

En una cazuela a fuego medio vertemos el agua y el azúcar y removemos hasta que queda bien disuelto y la mezcla espesa. Esto tarda unos 7 minutos. Retiramos y dejamos enfriar por completo.

En otra cazuela calentamos la miel hasta que se vuelve liquida. En ese momento añadimos todos los ingredientes (no el azúcar glass) y la mitad del almíbar. Removemos bien hasta que todo se mezcla y queda una masa más o menos compacta. La reservamos y dejamos enfriar.

La amasamos un poco hasta formar cilindros de unos dos centímetros de diámetro que luego cortamos a su vez en una medida de unos 5 ó 6. Es la forma habitual que se le da al alfajor andaluz. Para una referencia sin tomar medidas, es como hacer una croqueta y con un tamaño similar.

Mojamos estos cilindros en el resto del almíbar, escurrimos bien el sobrante, para luego rebozarlos a conciencia con el azúcar glass. Y listos para comer.

Una auténtica joya de la repostería española con muchos siglos de historia.