Este pastel o mejor dicho bizcocho solo puede darse a adultos ¿Por qué un pastel es sólo para adultos? Porque es un pastel con un alto contenido alcohólico, de ahí lo de "borracho". La alta graduación viene dada por el ron que aunque se hornea con la masa y por tanto la pierde, en cambio se recupera al pintarlo de nuevo con el licor una vez lo sacamos del horno.
Es un bizcocho muy fácil y rápido de hacer, además de tener un aspecto impactante gracias al glaseado que lo cubre. Es posible hacerlo con vino dulce o incluso sin alcohol, con ron que previamente calentado - sin que llegue a hervir - haya perdido el contenido alcohólico. Para los que gusten de similitudes, se parece bastante a la torta de Santiago gallega. Si queréis hacer un postre estas Navidades con el que acabar "alegres", este bizcocho es ideal.
INGREDIENTES :
40 gramos de harina de trigo
100 gramos de mantequilla
100 gramos de azúcar vainillada
3 huevos
100 gramos de harina de almendras
75 ml de ron (algo menos de la mitad de un vaso de agua convencional)
100 gramos de azúcar glass
En primer lugar introducimos la mantequilla en el microondas para dejarla a punto pomada (con unos pocos segundo bastará, a baja potencia).
A continuación batimos el azúcar vainillado con la mantequilla y cuando está bien homogéneo añadimos la harina de almendras. Luego vamos añadiendo los huevo uno a uno para ir batiéndolos con la mezcla. Finalmente incorporamos la harina de trigo tamizada y un tercio del ron. Batimos bien hasta obtener una masa bien homogénea.
En un molde de silicona o uno desechable de aluminio con las paredes untadas de mantequilla vertemos la masa. Precalentamos el horno a 180 grados e introducimos el pastel durante 30 minutos. Poco antes de finalizar el tiempo de horneado clavamos un palillo de madera en el centro y si al extraerlo aparece seco ya está listo. Si no fuera así, damos otros 5 minutos extra.
Extraemos el pastel, los desmoldamos y pintamos la superficie con la ayuda de un pincel mojado en otro tercio del ron.
Dejamos enfriar y entonces preparamos el glaseado mezclando el azúcar glass con el resto del ron. Con esta mezcla cubrimos la parte superior del bizcocho utilizando una espátula.
Es el acompañante ideal para el café o té, y recordad que es posible hacer una versión no-alcohólica simplemente calentado el ron sin que llegue a hervir.