Cortadillo de cidra


Si hace unos días vimos las recetas de los polvorones, de los roscos de vino y de los alfajores, hoy vemos los cortadillos de cidra que si bien son muy populares en Andalucía lo son menos en el resto de España. Originarios de Écija (Sevilla) probablemente fueran creados en un convento, siendo muy populares tanto en su lugar de origen como en Cádiz. 

Para explicar a alguien que no los conoce qué son, lo más fácil es imaginar una masa con manteca de cerdo rellena de cabello de ángel (todo sea dicho con la suficiente cautela). Porque de hecho eso es la cidra, es la calabaza que se emplea para hacer cabello de ángel. En realidad sería la calabaza de invierno que es más dulce pero las diferencias, aparte de eso, son mínimas.

Los cortadillos de cidra se componen de dos capas de una masa con regusto a polvorón que encierran una lámina de cabello de ángel. Por tanto parecen un pequeño sandwich.  No son tan fáciles de hacer como los alfajores ya que necesitan horno pero si te gustan los polvorones y el cabello de ángel te encantarán.

INGREDIENTES :

  • 250 gramos de harina de trigo blanca
  • 100 gramos de cabello de ángel
  • 125 gramos de manteca de cerdo
  • 50 gramos de azúcar
  • 30 ml (una tacita de café pequeña) de vino blanco seco
  • 1 limón
  • Canela molida (1 cucharada)
  • Azúcar glass (para rebozar los cortadillos una vez horneados).

En primer lugar vertemos en un bol la manteca de cerdo a temperatura ambiente - y si ese ambiente es demasiado frío, calentadla ligeramente en el microondas - junto a la harina, el azúcar y el vino blanco seco. Amasamos bien hasta obtener una masa homogénea. Ya sabéis que la manteca de cerdo no es muy maleable, así que paciencia.

Una tenemos la masa la dividimos en dos mitades iguales. Con un rodillo les damos forma hasta hacer un par de rectángulos iguales de unos 10 x 15 cm, más o menos. Uno de ellos será la base mientras el otro se colocará encima del primero mediante el cabello de ángel.

Colocamos sobre una bandeja que pueda ir al  horno un papel de hornear y sobre el mismo uno de los rectángulos de masa.

A continuación extendemos el cabello de ángel, espolvoreando por encima la canela molida y la piel rallada del limón.

Seguidamente cubrimos con el otro rectángulo de masa.

Con la ayuda de un cuchillo marcamos los cuadrados en que cortaremos la masa para hacer los cortadillos (de ahí el nombre). No hay que atravesar toda la masa y el relleno, solo hacer una marca mínima que luego nos servirá de guía para el corte.

Precalentamos el horno a 150 grados  e introducimos la bandeja durante una hora aproximadamente (o hasta que la superficie de la masa quede de un color marrón tostado).

Transcurrido el tiempo extraemos la bandeja y dejamos enfriar. Debe quedar completamente frío porque si no al cortar se podría romper. El tamaño de los cuadrados a hacer es muy variable. Hay gente que los prefiere grandes como polvorones o más pequeños para consumir de un solo bocado. va a gustos.

Una vez frío totalmente al tacto procedemos a cortar por las líneas que habíamos hecho antes de hornear. Disponemos azúcar glass en un plato y vamos rebozando los cortadillos resultantes, quitando el exceso. Ya están listos para consumir. Seguro que os encantan.