Un postre sencillo y elegante que emplea la casi siempre infra utilizada mandarina. Perfecto para acabar algunas comidas copiosas.
INGREDIENTES (4 personas) :
4 mandarinas grandes
100 gramos de azúcar moreno
2 cucharadas de zumo de limón
Un vaso y medio (300 ml) de zumo de mandarina
1 palo de canela
2 clavos de olor
1 cucharadita de semillas de cardamomo
En primer lugar vamos a hacer el caramelo. Vertemos el azúcar en una cazuela a medio fuego y las dos cucharadas de zumo de limón. Disolvemos bien removiendo con una cuchara de madera y cuando el caramelo se ha vuelto homogéneo añadimos entonces el vaso y medio de zumo de mandarina, el palo de canela, el clavo y el cardamomo y removemos bien bajando el fuego al mínimo.
Incorporamos las mandarinas y las cocinamos en el caramelo durante 20 minutos con la cazuela cubierta para evitar que el caramelo quede demasiado denso.
Se coloca entonces una mandarina por copa, se cuela el jugo y se vierte sobre las mismas. Luego se deja enfriar a temperatura ambiente, llevándose al frigorífico donde deberá estar al menos dos horas.
Si no queréis emplear mandarinas enteras podéis emplear gajos sueltos de la misma y utilizar tartaletas en lugar de copas de cristal.