Otra receta que combina dulce y salado con la que podéis dejar a vuestros invitados con la boca abierta.
INGREDIENTES (4 personas)
4 codornices
12 mandarinas pequeñas
2 cebollas
1 diente de ajo
Mantequilla
Un vaso de vino blanco
Caldo de pollo
Azúcar moreno
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
Engrasáis las codornices con la mantequilla y las salpimentáis. En una cazuela con un chorro generoso de aceite de oliva doráis las codornices. Retiráis y reserváis.
En una cazuela o sartén donde las mandarinas quepan lo justo hacéis una mezcla de medio vaso de aceite, medio de mantequilla y medio de vino blanco. En esta mezcla colocáis 8 mandarinas peladas y con la menor cantidad de cera blanca posible. Ponéis a fuego lento y añadís tres cucharadas de azúcar moreno. Si las mandarinas sobresalen del líquido, entonces a media cocción les dais la vuelta. Con una hora de cocción será más que suficiente. Reserváis y retiráis.
En la cazuela donde hemos dorado las codornices añadimos un poco de aceite y freímos las cebollas cortadas en juliana y el diente de ajo picado. Cuando la cebolla transparente añadimos medio vaso de vino y dejamos reducir a la mitad, desglasando el fondo de la cazuela. Incorporamos las codorniceces. Las bañamos en el zumo de 4 mandarinas y añadimos un vaso de caldo de pollo. Añadimos las mandarinas caramelizadas y dejamos cocer durante unos 15 minutos. Cinco minutos antes de finalizar la cocción rectificamos de sal y pimienta.
Se sirve sin caldo y con un par de mandarinas caramelizas por comensal.