Hacía mucho que no os daba una receta turca, supongo que por agotamiento tras escribir mi libro "5 rutas para conocer Estambul en 5 días". Recuperado del esfuerzo, he aquí una sopa (çorba significa sopa) de nombre curioso. Literalmente significa "La sopa de Ezo la novia" (gelin es novia). El por qué de este extraño nombre os lo explico a continuación.
Ezo era una joven que vivía cerca de Gaziantep a principios del siglo XX. Era un mujer muy bella y su familia se frotaba las manos pensando en la cuantiosa dote que recibiría de la multitud de pretendientes que la solicitaban. Por buscarle el mejor partido fueron rechazados muchos buenos hombres hasta que apareció uno que fue del agrado de la familia. Por desgracia el elegido tenía ojos en muchas mujeres menos en la suya y además maltrataba a Ezo, por lo que a los pocos años se divorciaron. Con su siguiente marido no le fue mejor. Su suegra era una mujer difícil de tratar y nada de cuanto su nuera hiciera le complacía. De hecho la leyenda dice que esta sopa la inventó Ezo para tratar por enésima vez de congraciarse con la madre de su marido. De nada sirvió. Ezo murió a principios de los años 50 amargada y despreciada por su propia familia, su marido y hasta por sus hijos.
Desde entonces esta historia, que según los historiadores no se basa en alguien en concreto sino en multitud de vivencias de diferentes mujeres turcas que se han encadenado, ha servido como ejemplo del incierto futuro que aguarda a las novias ante la inminente boda, donde ni siquiera la belleza puede salvar del fracaso. Y por esta razón es tradicional en Turquía que la víspera de la boda las novias tomen la sopa de Ezo, como un cruel contrapunto, una advertencia que muestra que la felicidad del momento también proyecta una sombra en el futuro de la que hay que cuidarse.
Si vais a Turquía veréis que hay infinidad de canciones, poemas y hasta películas sobre la triste vida de Ezo. Sin ponernos tristes, y sin que seáis novias a punto de casaros, esta es la receta de la sopa de Ezo.
INGREDIENTES (4 personas)
100 gramos de lentejas naranjas (a veces llamadas egipcias, carecen de piel)
50 gramos de bulgur fino o cus-cus
100 gramos de champiñones
1 cebolla grande
4 cucharadas de mantequilla sin sal
750 ml litro de caldo de verdura o carne (3 vasos y medio, aproximadamente)
2 cucharadas de concentrado de tomate
2 cucharadas de pasta de pimiento rojos (la podéis obviar si no la encontráis, es muy típica de la cocina turca pero difícil de encontrar aquí)
Sal
Pimienta negra
una cucharada de menta seca
En primer lugar lavamos con abundante agua el bulgur y las lentejas naranjas, dejándolas escurrir un buen rato.
En una cazuela vertemos dos cucharadas de mantequilla, la fundimos, y en ella pochamos la cebolla bien picada. Mientras freímos la cebolla mezclamos el concentrado de tomate con el bulgur, las lentejas y el concentrado de pimiento (si tenéis). Se vierte en la cazuela de la cebolla y seguidamente el litro de caldo que llevaremos a ebullición con la olla tapada. Cuando hierva, reducimos el fuego de manera que al destapar éste cese. La cocción dura media hora.
Mientras limpiamos los champiñones y los cortamos en láminas, salpimentando. En otra sartén los doramos en mantequilla hasta que están bien hechos, llevamos a la olla principal y removemos. Rectificamos de sal y pimienta.
Calentamos dos cucharadas de mantequilla en una sartén - puede ser la misma donde hemos hecho los champiñones - hasta que está espumosa. Se añade a la sopa espolvoreando finalmente con un pellizco de menta seca.
No os extrañe el uso - y tal vez abuso - de mantequilla en la cocina turca. Es muy habitual. El aceite de oliva sólo se emplea en la costa turca del mar Egeo, el resto es el imperio de la mantequilla. Y de hecho el famoso Iskender Kebap se suele servir con salseras llenas de mantequilla fundida. Cojonudo para las arterias del corazón. Así que al final no sabemos si Ezo quería congraciarse con su suegra o matarla de arterioesclerosis. En cualquier caso está muy sabrosa.