Si sois muchos a cenar o comer durante cualquier ágape de las fiestas navideñas una buena manera de solucionar una comida es hornear una o varias patas de cerdo. La pierna queda entre cocida y horneada, la puedes glasear por fuera con cualquier condimento al gusto y queda realmente muy buena.
INGREDIENTES (hasta 12 personas o más, dependiendo del tamaño de la pata de cerdo) :
Una pata de cerdo grande (hasta 12 personas calculando 200 gramos por ración), a ser posible un cuarto trasero
200 gramos de miel
200 gramos de mostaza
Cognac
Sal
Pimienta
En primer lugar vamos a preparar la pata con el glaseado. Para ello frotamos la pierna con sal y pimienta en abundancia de manera que quede bien cubierta. A continuación mezclamos la miel con la mostaza y si queda demasiado espeso añadimos un vaso de cognac (la gente suele mezclar el alcohol de todas maneras porque da al glaseado un sabor especial). Esta mezcla será el glaseado y con él se debe pintar con brocha todo el exterior de la pata. Colocamos la pata en una bandeja con el corte abierto de carne - donde antes se unía al resto del difunto cerdo - colocado hacia abajo. Así evitamos que se pierda la humedad interna. Además es conveniente cubrir la pata con aluminio haciendo una especie de tienda de campaña para que la toque lo más mínimo y no destruyamos el glaseado.
Precalentamos el horno a 180 grados. Introducimos la pata y calculamos 20 minutos de cocción por cada kilo. Si la pata pesa 3 Kg, necesitaremos una hora. Cada veinte minutos es importante recoger el caldo de la bandeja y bañar con él la carne. Además, volvemos a glasear con la mezcla de mostaza, miel y cognac también cada veinte minutos.
Si tenéis un termómetro de cocción, la pata estará muy hecha cuando internamente alcance los 80 grados (es el punto óptimo de cocción para cualquier asado de cerdo). En ese momento retiráis el papel de aluminio, le dais un nuevo glaseado y conectáis el gratinador del horno para que quede de un bonito color dorado. Mucha atención a este proceso porque os puede queda renegrido, así que no le quitéis el ojo de encima. Con cinco minutos debería ser suficiente. Y listo.
Se saca, se corta en filetes y se puede servir caliente o frío, al gusto. Si sacáis la pierna de cerdo a la mesa es de aquellas comidas pantagruélicas que levantan "ohs" y "ahs" de admiración.