Endivias gratinadas con salmón

Un entrante muy fácil de preparar, muy gustoso, y que da varias oportunidades al comensal. Si no le agrada la endivia - no a todo el mundo gusta - se come el relleno de salmón y punto. Si las endivias son pequeñas se pueden comer cogiéndolas directamente con la mano. Es un entrante poco calórico, suave y gracias a la amargor de la endivia, favorece el apetito para las siguientes viandas.

INGREDIENTES (6 personas):

Una endivia grande por comensal (o dos o tres si son pequeñas)
Filetes de salmón sin espinas
250 ml de nata espesa para cocinar
Queso manchego semicurado
Nuez moscada
Sal
Pimienta

El día anterior cocinamos al vapor las endivias. Esto es necesario porque no podemos esperar que se cocinen sólo con el gratinador. Para cocinar al vapor hay aparatos especiales. Si no dispones de ellos, lo mejor es comprar una cestilla de bambú que se coloca sobre una olla convencional donde pones agua a hervir, de manera que la verdura se cuece gracias al vapor desprendido. Si tampoco tienes la cestilla de bambú haz como yo : coloca un colador de acero inoxidable (asegúrate que sea de acero inoxidable o se oxidará inmediatamente por la acción del vapor ! ) y cuece allí las endivias. Cuando están blandas las retiráis, escurrís bien el agua sobrante y las guardáis en el frigorífico hasta el día siguiente en un recipiente hermético en cuyo fondo haya papel absorbente.
Al dia siguiente vertéis la nata en una cazuela a fuego bajo. Cuando se calienta, evitando siempre que hierva, incorporáis el queso manchego rallado para que se vaya deshaciendo. Debe quedar espeso como una crema, así que vosotros elegís la cantidad a incorporar. No creo que sea necesario más de 100 gramos.
Incorporáis a la crema un poco de sal, otro de pimienta y un pellizco de nuez moscada. Vertéis un poco de la crema en la endivia y sobre ella el filete de salmón, cubriéndolo finalmente con otro poco más de crema.
Lleváis al horno y lo gratináis a unos 180 grados durante 20 minutos, vigilando constantemente.

Se sirve caliente pero no recién salida del horno, sobretodo si están pensadas para ser comidas con la mano.