En los Estados Unidos se degustan muchas variedades de crustáceos, siendo famosas y habituales en los restaurantes marineros las langostas de Maine, las vieiras, las ostras, el cangrejo y las gambas. A pesar de lo que se piensa en Europa, en Estados Unidos se come muy bien tanto en los restaurantes como en los hogares. De hecho los americanos están obsesionados con todo lo que tenga que ver con las recetas y no es extraño que tras los españoles sean los norteamericanos los que más visitan "Media Hora para Cocinar" a pesar de que sólo una pequeña parte de esta web está escrita en inglés. Y no porque haya muchos hispanos en ese país, sino porque se traducen metódicamente cada receta a su idioma empleando el traductor automático de Google, tal y como reflejan las estadísticas.
Esta receta que os presento es la manera típica de cocinar langostinos que también se suele realizar con cigalas e incluso con galeras aunque no es lo habitual. Es muy conveniente para las fiestas navideñas porque se recomienda cocinar el guiso el día anterior para que los sabores se refuercen, así que tendríamos el día de la comida "libre" por así decirlo.
INGREDIENTES (6 personas)
1,5 Kg de langostinos frescos o congelados / cigalas (¡ nunca cocidos !)
3 cebollas moradas grandes tipo "Figueres"
2 dientes de ajo
1 vaso de cognac o brandy
1 litro de vino blanco, preferiblemente seco
200 gramos de concentrado de tomate (es fácil de encontrar en cualquier supermercado)
Pimentón picante o dulce (al gusto)
Harina blanca de trigo
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
Cortamos las antenas largas de los langostinos, los lavamos y metemos en una cazuela grande con un chorro generoso de aceite de oliva. Removemos con cuidados de no romperlos hasta que toman un poco de color rojo.
En una cazuela aparte incorporamos el litro de vino y lo calentamos a fuego lento.
La receta original dice que a continuación debemos añadir el cognac y flambear, pero esto siempre me ha parecido peligroso porque hay serio peligro de incendiar la campana extractora o la cocina si no vais con cuidado. Podéis hacerlo, pero mi recomendación es dejar que se haga hasta que el cognac se reduce a la mitad.
Cuando ésto ocurre, retiramos los langostinos. En la misma cazuela incorporamos las cebollas y los dientes de ajo bien rallados y cuando la primera transparenta añadimos el concentrado de tomate así como sal y pimienta.
Cuando el sofrito toma color añadimos el vino templado, removemos bien y a continuación introducimos de nuevo los langostinos con una cucharadita de sal y otra de pimentón picante (o pimienta de cayena, que es lo que utilizan los norteamericanos).
Hay que bajar el fuego al mínimo y tapar la cazuela. Debe permanecer así durante al menos dos horas. Si vais destapando la cazuela veréis que el rojo intenso de los langostinos y la pasta de tomate se torna de color marrón oscuro a la vez que la salsa se espesa.
Transcurrido el tiempo sacamos del fuego y dejamos reposar toda la noche en frigorífico si la temperatura de la casa es alta o a temperatura ambiente en un lugar fresco para que el guiso tome la textura precisa.
Recomendación : preparad una buena hogaza de pan porque la salsa crea adicción y además servid con un vino tinto o rosado a lo sumo porque la consistencia del guiso recuerda a los que se confeccionan con carne.