Esta receta es una interpretación libre de una receta oriental, si bien las costillas las cocinaremos al estilo "español" y la salsa se servirá aparte para que el comensal la tome o no de forma optativa.
Hay centenares de recetas de salsa agridulce. Puesto que el nombre procede de la mezcla de los sabores dulces y agrios la forma de conseguirlos es muy variada. Algunos recetas endulzan con miel, azúcar e incluso con coca-cola mientras que la mayoría emplean el vinagre como sabor contrapuesto. La receta de la salsa agridulce que os proporciono es una de tantas.
Se trata de una receta barata con una presentación impactante que no desmerece de otras preparaciones de precio más elevado que se suelen presentar en Navidades.
INGREDIENTES :
- Costillar entero de cerdo (calculad 250 gramos por comensal)
- Manteca de cerdo
- Caldo de carne
- Sal
- Pimienta negra
- Ajos o hierbas aromáticas
- 1/3 de vaso (80ml) de vinagre blanco de vino, manzana o mejor de arroz.
- 1 cucharada de ketchup
- 4 cucharadas de azúcar moreno
- 1 cucharadita de salsa de soja
- 1/3 de vaso (80ml) de agua
- 2 cucharaditas de maizena
En una fuente de barro suficientemente grande para albergar los costillares vertemos dos vasos de caldo y una cabeza de ajos. Si no disponemos de caldo de carne con agua será suficiente. Salpimentamos las costillas y las cubrimos con manteca de cerdo. Podemos fusionar la manteca en el microondas y "pintar" el costillar con una brocha de cocinar para facilitarnos la labor. Volvemos a salpimentar y depositamos en la bandeja (no importa que el caldo no la cubra). Si no queremos utilizar ajos podemos emplear un hatillo de hierbas (romero, laurel etc). Precalentamos el horno a 220 grados e introducimos las costillas. De vez en cuando les daremos vuelta y las regaremos con el caldo. Con 45 minutos será suficiente (podéis retirarlas antes si se forma una costra dorada sobre las mismas, indicación de que se han cocinado totalmente).
Mientras prepararemos la salsa agridulce. En un cazo vertéis todos los ingrediente listados anteriormente excepto la maizena. Ponedlo a fuego medio y llevad a ebullición. Para espesar la salsa introducís las dos cucharaditas de maizena y removéis bien para que no queden grumos. La salsa se reparte en un bol individual para cada comensal (aquí los ingredientes sirven para cuatro de ellos) de manera que si lo desean mojen las costillas.
No hace falta decir que es una receta de muy fácil preparación y que las costillas se deben comer con las manos sin etiqueta ninguna.
Es posible unir la salsa y las costillas si bien en ese caso se debe hacer cuando queden algunos minutos para que las últimas estén a punto de salir del horno.