¿No tenéis ganas de complicaros la vida con el postre navideño y además os gusta el sabor de la castaña? Este es vuestro postre descomplicado.
INGREDIENTES (4 personas)
1 kg de castañas crudas
750 ml de leche entera
100 gramos de azúcar
1 limón
50 gramos de pasas corintias o sultanas (sin hueso), opcional
4 huevos
Lo primero es pelar las castañas. Hay una parte externa que es fácil de retirar y otra que cubre la castaña que está muy pegada y que en crudo en muy difícil de separar.
Para separar esa segunda piel fina lo mejor es hervir las castañas durante al menos 3 minutos. Cuando las saquéis del agua veréis que se separa con suma facilidad.
A continuación escurrimos las castañas y las vertemos en la cazuela que contiene la leche y la piel de limón (sin la parte blanca que amarga). No hay problema en emplear un palo de vainilla en lugar del limón si os agrada más ese sabor.
A fuego medio calentamos la cazuela con la leche y mantenemos hasta que las castañas se ablandan. A continuación retiramos, añadimos el azúcar, y trituramos hasta que queda una pasta tan fina como sea posible. Cuando dicha pasta está templada añadimos los cuatro huevos batidos, si queremos incorporamos las pasas y removemos bien. Para que cuando coloquemos la masa en un molde las pasas no se vayan al fondo, lo mejor es rebozarlas en harina blanca de trigo.
Vertemos la masa en un molde que pueda ir al horno, 190 grados durante media hora - o hasta que cuaje bien - y listo. Si queremos darle más aspecto de flan, podemos enmoldar en una flanera previamente caramelizada.
Se deja enfríar a temperatura ambiente y luego al frigorífico. Se puede servir bañado en chocolate o nata, decorado con frutos secos o membrillo confitado etc. Seguro que es una de esas recetas que repetís más de una vez, sea Navidad o no.