Esta receta se debería hacer con bacalao fresco pero en caso de no tener disponible este pescado se puede hacer con bacalao salado
INGREDIENTES (4 personas) :
Un bacalao de 1 Kg de peso (800 gramos si es salado, preferiblemente lomo sin espinas)
Harina blanca
Aceite de oliva virgen extra (para la fritura)
Para la salsa pesto :
Medio vaso de queso parmesano rallado
Alrededor de 30-40 hojas frescas de albahaca
1 diente de ajo
2 cucharadas de piñones
Medio vaso de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de sal
Opcional : 1 cucharadita de pimienta negra molida
y caldo de pescado
Desescamamos y evisceramos el bacalao fresco, cortándolo en rodajas. Lo enharinamos y salamos ligeramente, pasándolo por la sartén con abundante aceite hasta que quede dorado. Retiramos y reservamos.
En caso de no disponer de bacalao fresco, utilizamos bacalao salado que previamente mantendremos 24 horas en agua, cambiando la misma cada 8 horas. Una vez desalado lo dejamos escurrir, enharinándolo a continuación y pasándolo por la sartén con abundante aceite hasta que se dore.
Ahora bastará con añadir la salsa pesto.
La preparación tradicional del pesto es en mortero pero prácticamente queda igual de bien empleando la batidora eléctrica. Basta echar todos los ingredientes en el vaso de mezclar y batir hasta que quede bien fino. Si queda una pasta demasiado compacta la deberemos diluir empleando caldo de pescado. Si queremos que la salsa quede un poco fuerte basta añadir pimienta negra molida.
Vertemos la salsa sobre el pescado. Adicionalmente podemos añadir como base arroz o pasta, que son los acompañamientos naturales y los que mejor casan con el pesto.