Para hacer esta receta recomiendo hacerse con envases que contienen yema de huevo esterilizada y que permiten una dosificación correcta de las yemas sin ningún peligro de contaminación. También recomiendo hacer la receta exactamente como indico, ya que es fruto de muchos errores y por tanto está empíricamente probada. Si decidís hacer la receta con huevos frescos, recomiendo siempre emplear huevos grandes (tamaño L ó XL).
INGREDIENTES :
10 yemas de huevo
250 gramos de azúcar
Agua
Limón
En primer lugar vamos a hacer el almíbar. Para ello vertemos el azúcar en una cazuela y el agua suficiente para disolverlo, todo ello a fuego muy bajo. Ir añadiendo el agua a cucharadas, no a vasos. Recomiendo añadir dos o tres gotas de zumo de limón para evitar que cristalice. Cuando el azúcar se ha disuelto, añadimos medio vaso más de agua y removemos hasta que al levantar la cuchara caigan unas gotas y al final se forme un hilo fino entre la cuchara y el almíbar. Si ocurre así, está al punto de hebra.
Retiramos el fuego y lo dejamos enfriar hasta que quede templado. Cuando ocurre vamos añadiendo las yemas una a una, removiendo para que se mezcle bien. No añadáis las yemas con el almíbar caliente o el huevo cuajará y de ahí no saldrá ningún tocinillo de cielo. Tened a mano cuencos, ramekines o recipientes pequeños de silicona donde podáis depositar parte de la masa y puedan ir al horno, de manera que cada cuenco represente una ración individual. Si no queréis hacer tocinillos de cielo individuales se puede hacer uno único que iremos cortando para servir las raciones individuales.
Ahora es el momento de llevarlo al horno. Precalentad el horno a 200 grados y disponed una bandeja honda llena de agua de tal manera que al colocar los recipientes donde hemos vertido la masa, el líquido llegue a la mitad de los mismos. Dejad en el horno durante al menos media hora, o bien hasta que al pinchar con un palillo este salga de los mismos completamente seco. Es MUY IMPORTANTE cubrir los recipientes individuales con papel de alminio para evitar que entre agua o vapor de agua, ya que se podrían cortar. Me ha pasado más de una vez y me he quedado sin tocinillos de cielo.
Cuando ésto ocurre, los sacamos y dejamos enfriar hasta que podemos desmoldarlos.
Y llega la prueba de la verdad...¿cómo sabemos si hemos hecho unos buenos tocinillos de cielo? En primer lugar, porque han cuajado. En segundo lugar porque al probarlos no deben saber a huevo y, muy importante, no debe sentirse al paladar los granos de azúcar.
Si todo a salido bien, a comerlos y a disfrutar !