Bistec Ruso












No se sabe con exactitud cuál es el origen del bistec ruso pero se supone que procede de Rusia y podría tener relación con el steak tartar que consumían los tártaros, un picado de carne muy especiado que se comía evidentemente crudo. De alguna manera llegó a Alemania y allí se empezó a freír para luego pasar a Estados Unidos donde se convertiría, muy modificada, en la hamburguesa que todos conocemos (hamburguesa por ser llevada por emigrantes alemanes de esa ciudad). En resumen, que el steak tartar habría dado origen a la hamburguesa americana, al bistec ruso y a diversas variantes que aún se consumen en Alemania.

INGREDIENTES (para aproximadamente 5 ó 6 bistecs) :

400 gramos de carne de ternera o cerdo picada
1 huevo
1 diente de ajo (sin el germen verde)
perejil (un manojo)
pan rallado
sal (1 cucharadita)
pimienta negra molida
harina de trigo
aceite virgen de oliva
leche (opcional)

En un bol mezclamos contundentemente la carne picada con el ajo y el perejil (solo las hojas) muy picados. Batimos el huevo y lo incorporamos con un puñado de pan rallado, la sal y la pimienta. Trabajamos la mezcla hasta dejarla lo más homogénea posible. Si percibimos que queda muy seca añadimos un poco de leche. Con la mano agarramos una bola de masa, la estrellamos contra el marmol de la cocina y la aplanamos. Generalmente la altura es de 1 cm y se hace algo mayor que una hamburguesa "tradicional".

Enharinamos los bistecs resultantes y freímos en abundante aceite virgen de oliva. Si han quedado un poco crudos en el interior pero exteriormente empiezan a ennegrecer es preferible sacar de la sartén y terminar la preparación en el horno, unos 180º durante 15 minutos aproximadamente.

Se sirve acompañado de verduras, arroz al vapor etc.

El sabor es más contundente que la hamburguesa tradicional y da la sensación de que se trata de un producto más "natural". A los niños les encanta si no os pasáis de ajo.