El sauerkraut es una receta típica alemana muy tradicional. Se puede comer como primer plato o más habitualmente acompañando carne de cerdo o las omnipresentes salchichas alemanas. La col agria se obtiene fermentando la verdura de forma parecida a como se hace yogur. De hecho la analogía es correcta puesto que también se trata de una fermentación láctica realizada por bacterias que generan ácido láctico y ácido acético, responsables del sabor agrio al que alude la receta.
Es posible hacer col agria en casa pero no lo recomiendo, como tampoco recomiendo hacer conservas debido al peligro de que se contaminen con la toxina del botulismo. Se puede comprar sauerkraut en tiendas especializadas e incluso grandes supermercados. El sabor no está mal pero no es el original.
Así que cuando quiero comer col agria preparo un sucedáneo que sabe prácticamente igual. Al menos a mi me lo parece y eso que he comido toneladas de sauerkraut mientras vivía en Alemania.
INGREDIENTES
Una col de 1 Kg aproximadamente (grande)
100 gramos de bacon cortado en tacos
1 cebolla grande
Medio vaso de vinagre de vino
Pimienta negra molida
Sal
Media cucharadita de azúcar
Aceite virgen extra de oliva
Hervimos dos litros de agua con un poco de sal en una olla grande. Cuando el agua hierve apagamos el fuego y en el agua aún caliente incorporamos la col cortada en tiras finas. Las retiramos cuando se han escaldado y por tanto el agua está ya fría. Escurrimos y reservamos.
En una sartén o cazuela grande incoporamos un buen chorro de aceite y en él freímos la cebolla bien picada. Cuando la cebolla empieza a vencer incorporamos el bacon y a continuación añadimos la col. Salpimentamos. Vertemos el vinagre y el azúcar y cubrimos la sartén a fuego moderado hasta que el caldo se evapore completamente. Ya tenemos el falso sauerkraut listo para consumir.
El sauerkraut despierta pasiones y odios encendidos, incluso entre los mismos alemanes. Así que lo recomiendo porque me gusta, pero he avisado que tal vez lo odiéis con vuestros cinco sentidos.