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Lomo de salmón crujiente con tabouleh de quinoa

Otra de esas recetas que se hacen en menos de media hora.

INGREDIENTES (4 personas) :

4 lomos de salmón frescos ( o descongelados)
1 vaso  de quinoa en grano
3 vasos de agua
4 tomates maduros (o un vaso de tomate triturado o incluso frito)
1 cebolla tierna
zumo de lima o limón
Aceite virgen extra de oliva
Ajos tiernos
Perejil
Sal
Pimienta
Lechuga

En primer lugar vamos a preparar la ensalada.

Lavamos la quinoa bajo el grifo.

Para reblandecer la quinoa la  herviremos en tres vasos de agua durante 15 minutos desde que se inicia el hervor o bien la haremos al vapor si disponéis del menaje adecuado. Retiramos, escurrimos y dejamos que enfríe.

Pelamos y quitamos las semillas de tres tomates maduros y hacemos una salsa de tomate cruda, simplemente pasándolos por la batidora.

Cuando la quinoa está fria le incorporaremos sal, pimienta, la salsa de tomate y un buen chorro de 
aceite de oliva. Con la mano amasaremos la mezcla trabajándola para que quede bien homogénea pero sin que quede "mazacote". Como en el caso de un buen arroz se aprecia que la quinoa quede "suelta". El resultado es un grano teñido de rojo por el tomate.

A continuación picamos muy finamente la cebolla tierna, los ajos tiernos (podemos prescindir si los sabores demasiado fuertes nos desagradan) y el perejil. Los incorporamos y amasamos de nuevo.

Finalmente aderezamos con al menos el zumo de un limón o de una lima y cortamos el cuarto tomate para adornar con las rodajas. Colocamos en el refrigerador.


Para hacer los lomos crujientes de salmón debemos disponer los lomos sobre la tabla de cortar reposando sobre la parte sin piel. Con la ayuda de un cuchillo muy afilado haremos cortes sobre la piel hasta la mitad de la carne - sin atravesarla - y dichas hendiduras deberán estar lo más juntas posibles. Ponemos un poco de sal en cada hendidura.

Incorporamos un chorro generoso de aceite de oliva sobre una sartén no adherente y a fuego medio-alto colocamos el pescado sobre el lado de la piel. Debemos dejarlo en el fuego hasta que la carne de color naranja se vuelve blanquecina en sus dos terceras partes. Ese es el momento justo en que debemos volver la pieza de pescado - recordad sazonarla de nuevo ligeramente -  y hacerla por el lado de la carne vista. En total para hacer cada lomo no debemos tardar más de 4 ó 5 minutos para evitar que el pescado esté demasiado hecho lo cual lo echa a perder.

Emplatamos los lomos y en el mismo plato, se sirve una porción de tabouleh con hojas de lechuga que servirán para recoger la quinoa y llevársela a la boca. Además se debe disponer de limones adicionales o zumo de limón para que el comensal aderece a su gusto.

Como hemos frito el pescado con esos cortes en el lomo la piel se tensará y crujirá cuando el comensal se la lleve a la boca. Una auténtica gozada.