Esta contundente sopa es muy apropiada para los largos días de invierno. Tiene un tiempo de cocción muy largo - algo inferior a 1 hora - pero la preparación en sí es muy rápida, así que merece la pena hacerla.
INGREDIENTES (4 personas) :
400 gramos de cordero (utilizo la carne del cuello, pierna etc, pero siempre sin hueso)
2 cebollas grandes moradas (dulces) o frescas
2 zanahorias
1 puerro
4 cucharadas de cebada *
1 diente de ajo
Una ramita de perejil
2 cucharadas de mantequilla
Sal
Pimienta
* Supongo que os habéis extrañado del tema de la cebada. Podéis prescindir de la misma, pero entonces hay que substituirla por bulgur - trigo - u otro cereal. La cebada para cocinar se vende en Irlanda en los supermercados y la tratan como si fueran legumbres : se deja en remojo durante la noche y se cuece en el triple de agua que el volumen de grano durante 1 hora y media, aproximadamente. En España se puede comprar en los herbolarios y comercios especializados.
La noche anterior ponemos la cebada en remojo. Este es el primer paso.
Cortamos el cordero en trozos pequeños. Picamos el puerro, cortamos las zanahorias y hacemos en juliana las cebollas.
Salteamos el cordero bien salpimentado en una cazuela con la mantequilla y las cebollas picadas. Cuando está dorado añadimos el puerro, las zanahorias, la cebada, el ajo picado sin germen y la cebada con el agua necesaria para cubrir los ingredientes (no será menos de 1 litro).
Se cocina a fuego lento durante algo menos de una hora. La cazuela debe estar tapada y si se destapa la ebullición cesará. Eso evitará que perdamos líquido. Si en cualquier caso diera síntomas de quedarse seco, añadid un poco de agua justo para compensar.
Diez minutos antes de finalizar añadimos la ramita de perejil picada. Un poco antes del final comprobamos el punto de cocción de la cebada y si está lista rectificamos de sal y pimienta.
Se sirve ardiendo y eso unido a las calorías que aportará a vuestro cuerpo seguro que no vais a necesitar calefacción durante unas cuantas horas.