El mascarpone es ideal para confeccionar postres como esta tarta de queso que os sabrá a gloria bendita. Nada que ver con otras tartas de queso fresco
INGREDIENTES :
750 gramos de mascarpone
100 gramos de galletas maría o similar
250 ml (un vaso y un cuarto) de yogur griego sin azúcar
250 ml de miel (si es de azahar mejor)
100 gramos de almendras tostadas
100 gramos de mantequilla derretida
2 huevos
Ralladura de la piel de un limón
Ralladura de la piel de una naranja
En primer lugar vamos a hacer una base para la tarta con las galletas. Colocamos las galletas y las almendras - reservamos algunas para decorar - en una trituradora y las reducimos a harina. Mezclamos esta harina con la mantequilla líquida - con un minuto al microondas será más que suficiente - y finalmente extendemos la mezcla en el fondo de un molde que pueda ir al horno.
Precalentamos el horno a 160 grados y horneamos durante 10 minutos o hasta que la base solidifique y se muestre crujiente. Retiramos del horno y reservamos.
Mientras la base se hace, mezclamos el yogur con el queso mascarpone y los huevos. Añadimos las ralladuras de la piel del limón y la naranja. Removemos bien y cuando la mezcla es homogénea añadimos la miel reservando unas tres cucharadas.
Distribuimos la mezcla sobre la base recién horneada y volvemos a llevar al horno que evidentemente no habremos apagado. Es preferible cubrir el molde con papel de aluminio.
Horneamos durante 1 hora. Transcurrido el tiempo quitamos el papel de aluminio y damos otros 15 minutos de horno hasta que la parte superior de la tarta queda dorada.
Sacamos del horno, dejamos enfriar y llevamos a la nevera. Se sirve con las cucharadas de miel que habíamos reservado cubriendo la tarta y las almendras fileteadas.