Podéis encontrar esta crema en sobres liofilizados o en bricks de preparados pero os aseguro que no tiene nada que ver con una crema de verdad realizada con champiñones frescos.
INGREDIENTES (4/6 personas) :
Medio kilo de champiñones frescos
2 cebollas grandes frescas
1 litro de caldo de pollo
2 cucharadas de harina de trigo
Un vaso de nata para cocinar (200ml)
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
En primer lugar debemos lavar a conciencia los champiñones eliminando todo rastro de tierra.
En una cazuela con un chorro generoso de aceite de oliva incorporamos los champiñones y las cebollas cortadas en juliana. La dejamos pochar con la cazuela tapada durante diez minutos a fuego lento.
Cuando la cebolla transparenta añadimos la harina de trigo. Dejamos que se fría - se torna marrón - y a continuación añadimo el caldo de pollo. Salpimentamos y dejamos que llegue a ebullición. Cuando esto ocurre bajamos el fuego y dejamos cocer durante diez minutos.
A continuación apartamos del fuego y trituramos todo el contenido de la cazuela. Incorporamos la nata removiendo para que se mezcle bien (recordad que la nata no se cocina, sólo se calienta). Rectificamos de sal y pimienta y se sirve con unas rodajas de pan frito por encima o bien con algunos champiñones que hemos reservado de la fritura.
Es una crema que se debe servir muy caliente y por tanto típica del invierno. Su sabor es suave y siempre deja en buen lugar al anfitrión.