Las alcachofa es la flor de una planta del mismo nombre. Es muy diurética y saludable por sus efectos beneficiosos para la diabetes, el colesterol etc. Prácticamente todas las dietas incluyen alcachofa aunque limitar una dieta a su ingestión puede ser a la larga perjudicial.
INGREDIENTES :
2 ó 3 alcachofas por comensal
aceite de oliva
sal
Cogemos las alcachofas y las lavamos bien. No quitamos las hojas exteriores porque a pesar de ser duras e incomestibles servirán para proteger el delicado interior.
Para abrir la flor golpearemos el extremo opuesto del tallo contra la tabla de la cocina. Giramos la alchachofa y espolvoreamos sal, rociando además con aceite de oliva, asegurándonos que llegue hasta el corazón. Para que esto sea así deberemos mantener la alcachofa con el tallo hacia abajo. Emplearemos a ser posible una bandeja de vidrio para el horno de manera que "apretujemos" las alcachofas y no caigan de lado. Introduciremos en el horno a 180 grados durante unos 30 minutos, si bien vigilaremos para sacarla cuando las hojas externas se empiezan a ennegrecer.
Se comen tal y como deshojamos una flor : vamos arrancado las hojas y comiendo la parte más cercana al corazón, que es también la más tierna y de un color casi blanco. Naturalmente a medida que avancemos hacia el centro habrá más parte tierna y por tanto comestible.
En algunas ocasiones podemos mojar la hoja en algún tipo de salsa como puede ser la romesco, el alioli etc.
A finales del invierno y principio de la primavera podemos hacer combinaciones de alcachofas y espárragos trigueros al horno que son realmente sabrosas.
INGREDIENTES :
2 ó 3 alcachofas por comensal
aceite de oliva
sal
Lo ideal sería preparar las alcachofas al aire libre, en la barbacoa de nuestro jardín, cerca de la piscina... pero si vuestra casa hace 55 metros cuadrados y suerte teneis de poder disponer de un par de macetas en la ventana - exactamente como vivo yo - entonces el horno es un buen sustituto.
Las alcachofas son producto de invierno aunque gracias a las modernas técnicas de conservación las podemos encontrar casi durante todo el año. En cualquier caso recomiendo consumir la verdura según su temporada ya que el resto del tiempo la calidad no es la misma y las técnicas para conservarlas pueden afectar el sabor.Cogemos las alcachofas y las lavamos bien. No quitamos las hojas exteriores porque a pesar de ser duras e incomestibles servirán para proteger el delicado interior.
Para abrir la flor golpearemos el extremo opuesto del tallo contra la tabla de la cocina. Giramos la alchachofa y espolvoreamos sal, rociando además con aceite de oliva, asegurándonos que llegue hasta el corazón. Para que esto sea así deberemos mantener la alcachofa con el tallo hacia abajo. Emplearemos a ser posible una bandeja de vidrio para el horno de manera que "apretujemos" las alcachofas y no caigan de lado. Introduciremos en el horno a 180 grados durante unos 30 minutos, si bien vigilaremos para sacarla cuando las hojas externas se empiezan a ennegrecer.
Se comen tal y como deshojamos una flor : vamos arrancado las hojas y comiendo la parte más cercana al corazón, que es también la más tierna y de un color casi blanco. Naturalmente a medida que avancemos hacia el centro habrá más parte tierna y por tanto comestible.
En algunas ocasiones podemos mojar la hoja en algún tipo de salsa como puede ser la romesco, el alioli etc.
A finales del invierno y principio de la primavera podemos hacer combinaciones de alcachofas y espárragos trigueros al horno que son realmente sabrosas.